Crimen de Muimenta: El Supremo ratifica la condena de prisión permanente revisable para Ana Sandamil por matar a su hija Desirée

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

Ana Sandamil, en el juicio celebrado en Lugo por la muerte de su hija Desirée
Ana Sandamil, en el juicio celebrado en Lugo por la muerte de su hija Desirée Óscar Cela

Los jueces apoyan la resolución de la Audiencia Provincial de Lugo y del TSXG, afirmando que se trata de un caso de violencia vicaria

22 abr 2024 . Actualizado a las 13:25 h.

El Tribunal Supremo anunció este lunes que ha ratificado la sentencia impuesta por la Audiencia Provincial de Lugo a Ana Sandamil, la madre de Desirée Leal, condenada a prisión permanente revisable por asesinar a su hija, de siete años, cuando dormían juntas en su casa de Muimenta, en el ayuntamiento lucense de Cospeito. 

El TS se ha pronunciado en el mismo sentido que la Audiencia Provincial y que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), las dos salas que valoraron los hechos en primera y segunda instancia. Es, por lo tanto, la tercera vez que los jueces dan por probado que Ana Sandamil mató a la pequeña Desirée el 3 de mayo del 2018 asfixiándola durante la noche.

La lucense fue condenada en marzo del 2023 por la Audiencia Provincial de Lugo tras haber sido juzgada por segunda vez por los mismos hechos. El primer juicio ocurrió un año antes, en el 2022, pero un error en la redacción de la sentencia hizo que el TSXG la anulase y ordenase repetir el proceso. Finalmente, al segundo intento, todo transcurrió bajo el ordenamiento jurídico, sin fallos, y la condena fue ratificada por el tribunal gallego. 

Destaca el Tribunal Supremo que «nos encontramos ante un caso de violencia vicaria en un supuesto de crimen a su propia hija por la recurrente, en la forma que consta en los hechos probados, ya que se refiere, tras relatar el modus operandi del crimen, que 'días antes de estos hechos …[la autora] había indagado en Internet sobre los medios con los cuales podía acabar con la vida de su hija, realizando la búsqueda de un veneno llamado estricnina… Y era conocedora de la intención del padre de modificar e incrementar legalmente el régimen de visitas, con el fin de que la niña y él pudiesen pasar más tiempo juntos'».

Apoyan, de esta forma, la tesis de la Audiencia de Lugo sobre el móvil del crimen. También sostienen que Sandamil, contra lo que ella y su abogado defendieron durante el proceso, se encontraba en un estado psíquico suficientemente sano como para saber qué estaba ocurriendo y las consecuencias de sus actos. «Tenía algún tipo de trastorno, pero el mismo no afectaba a sus facultades mentales ni a sus capacidades cognitivas o volitivas que le pudieran afectar ni para comprender la ilicitud del hecho ni a su capacidad de autocontrol y para actuar conforme a dicha comprensión. La autora, como madre de la menor era persona que debía protegerla de cualquier mal...», aseguran.

Al eliminar la hipótesis de la afectación mental severa en el momento de los hechos, el Tribunal Supremo toma el camino del rechazo al recurso de casación interpuesto por Sandamil.

«Es su propia madre la que acaba con la vida de su hija en un acto antinatura de violencia vicaria»

La resolución concluye de esta manera: «Así, pese a [...] su obligación moral y de derecho natural de protegerla, acaba con su vida en la forma descrita en los hechos probados, siendo consciente de lo que hacía y del alcance y consecuencias de lo que llevaba a cabo respecto de su propia hija en un acto de violencia vicaria no amparable, según concluyó el jurado, a la luz de la prueba practicada en circunstancia modificativa de responsabilidad criminal alguna. Fue consciente de lo que hacía. Buscó un sistema para acabar con la vida de su hija y en lugar de protegerla, como consta en los hechos probados, es su propia madre la que acaba con la vida de su hija en un acto antinatura de violencia vicaria».

Hace algo más de un año, el jurado popular consideró culpable a Sandamil del crimen. La Audiencia, unos días después, le impuso el mayor castigo existente según la ley española, la prisión permanente revisable. Tras dos recursos (en el TSXG y en el TS), la decisión se ha mantenido. 

José Manuel Leal, padre de Desirée, a las puertas de la Audiencia Provincial de Lugo.
José Manuel Leal, padre de Desirée, a las puertas de la Audiencia Provincial de Lugo. ALBERTO LÓPEZ

El padre de Desireé Leal, José Manuel, se enteró de la resolución del Supremo esta mañana, cuando se hizo pública. El lucense aseguró a los pocos minutos que «ha sido un camino muy largo, eterno», pero esta decisión judicial supone para él «un respiro, dentro del ahogamiento» en el que vive.

Leal reconoció que esta sentencia del Supremo supone para él «un poco de alivio, muy poco», porque «lo que más quería en esta vida», que era su hija, «ya no está» y «nunca» volverá a «verla». Sin embargo, opina que sería «peor si no condenasen a ese monstruo».

«Mi hija sigue sin estar, pero allá donde esté, sabrá que hicimos todo lo posible para que ese monstruo se pase toda su vida en prisión», concluyó.