Teledeporte emitió el reencuentro de Patricia González, Peque, y el Burela Pescados Rubén. A sus 36 años, la eterna capitana naranja decidió regresar a Madrid y ahora lucha por un Alcorcón con el que este domingo igualaron 1-1 y es segundo en la Primera Iberdrola de fútbol sala, solo por detrás de las mariñanas. Tras batirse como guerreiras en la cancha de Los Cantos, la foto final arropada por sus excompañeras demuestra el infinito reconocimiento a una jugadora que en nueve temporadas en la costa lucense conquistó cinco Ligas, seis Copas de la Reina, cinco Supercopas y una Champions y una Recopa de Europa oficiosas, además de ser elegida dos veces balón de plata en los Futsalplanet Awards, que también premiaron al conjunto que abanderaba como el mejor club femenino del mundo en sus dos últimas ediciones.
Pero el legado en Burela de Peque, también 103 veces internacional y tricampeona de Europa con la selección española, va mucho más allá. En un deporte que clama por mujeres referentes que demuestren a las niñas que ellas también pueden jugar, ha sido un ejemplo perfecto de deportista. Nunca fue la más fuerte, ni la más alta —quizás sí la más pequeña—, puede que tampoco la más técnica; sí la más lista y sacrificada. Mientras sus actuaciones le reportaban reconocimientos individuales, siguió siendo la primera en correr para que los triunfos fuesen colectivos.
Fuera de la pista, también ha sudado la camiseta para exigir unas condiciones más dignas para las futbolistas, un Mundial oficial, normalizar la homosexualidad... Y se convirtió en una pataqueira más, forjando una gran familia en tierras gallegas.
Por eso, en Burela, no solo las niñas, muchos niños también sueñan con ser como Peque. En una campaña que comenzó agitada por la cuestionable calidad de las emisiones de pago, mostrar en la televisión pública su infinito legado como guerreira laranxa es un paso al frente para el fútbol sala femenino.