Cocaína de Arousa a Vigo en zulos

Javier Romero Doniz
J. ROMERO VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Taller de Ponteareas. Fue una discoteca y hasta su registro servía para ocultar coches, haciendo de taller clandestino. Tenía sistema de videovigilancia y alarma por wifi para garantizar la seguridad.
Taller de Ponteareas. Fue una discoteca y hasta su registro servía para ocultar coches, haciendo de taller clandestino. Tenía sistema de videovigilancia y alarma por wifi para garantizar la seguridad. Cedida

La trama a la que se atribuye la venta del alijo llegado en el narcosubmarino de Vilaxoán usaba dos talleres clandestinos para hacer caletas en vehículos

29 mar 2024 . Actualizado a las 01:46 h.

La operación Carplaya ilustra sobre la capacidad imaginativa del narco oriundo, y su tesón para hacer realidad sus ideas mediante la ingeniería y la mecánica. Ya no solo por el zulo subterráneo hallado a Marcelino Baloiras bajo un establo de caballos en las afueras de Vilagarcía, también por la rama oculta de la organización desmantelada dedicada a la automoción con talleres clandestinos para [presuntamente] transportar kilos y kilos de cocaína desde Vigo y Ponteareas al resto de Galicia, España o Portugal. Una especie de Uber o Glovo de la cocaína que se valía de coches datados de zulos para llevar a domicilio la comanda a la clientela. Además, parte de la mercancía a distribuir sería la que llegó a España, procedente de Sudamérica, en el entrañas del Poseidón, el narcosubmarino hallado hace un año en la ría de Arousa, frente a Vilaxoán; y el segundo en fondear en al Viego Continente tras el primer caso del 2019, en la ría de Aldán.

La investigación del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) en Galicia de la Guardia Civil se visibilizó el 26 de abril del año pasado con registros y detenciones en O Salnés, Vigo, Ponteareas, Tui y O Porriño. En Vigo, en la parroquia de Valadares, el movimiento policial se desplazó al número 10 de camino Simona. El inmueble, domicilio del investigado Alejandro R.N., era realmente un «taller clandestino con todo tipo de herramientas para la práctica de la mecánica del automóvil».

En el interior se hallaron varios vehículos, entre ellos uno usado por uno de los principales acusados. Bajo el asiento del copiloto, disponía de «un habitáculo instalado en su estructura bajo el asiento del conductor, al que se había desplegado artesanalmente un cableado, y había sido rellenado con espumilla no original del vehiculo pera evitar su deformación», sostiene el procedimiento. La investigación sostiene añade que Alejandro R.N. es «mecánico experto en la instalación de sistemas de ocultación en vehículos» para transportar paquetes de cocaína.

El armadanzas encargado de organizar la distribución en paquetes de un kilo usando coches caleteados sería Jorge L.Z., igualmente imputado en esta causa, residente en Ponteareas y con domicilio también en Tui. Fue precisamente en Ponteareas, en A Gándara-Bugarín, 51, un lugar aislado al que se accede por un camino no asfaltado y sin salida, dentro de una parcela de 2.000 metros cuadrados, donde se registró una nave que fue en su día sala de fiestas.

El ECO Galicia de la Guardia Civil concluye que los investigados la utilizaban también de taller clandestino y en el momento del registro se constató que contaba con sistema de videovigilancia y alarma conectada a través de wifi. La tesis incriminatoria afirma es que el inmueble se usaba también para modificar coches con los que repartir mercancía. La Guardia Civil atribuye el uso de la nave a los investigados Jorge L.Z. y Juan Carlos S.D. 

Parque móvil

En O Porriño, en otro registro, se halló documentación que aportaría luz sobre el parche móvil utilizado por la organización desmantelada para consumar sus planes. El inmueble, al inspeccionarse hace un año en la calle Pontenova, era precisamente la residencia del ya citado Juan Carlos S.D. Los agentes requisaron «varias facturas y contratos de compraventa de vehículos que reflejan abonos en efectivo por la compra de numerosos vehículos. Estas facturas y contratos figuran emitidas, en su mayor parte, a nombre de Jorge L. Z». El hallazgo —añade la causa instruida en el Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional— «es congruente con los roles que se atribuye a cada uno de los investigados dentro de la organización, así como con la investigación patrimonial por blanqueo de capitales seguida sobre Jorge L.Z».

Y es que este vecino de O Condado tiene mucho que explicar, por eso sigue en prisión provisional un año después de su arresto. En la investigación resalta el compartimento oculto, de apertura hidráulica, que los agentes hallaron bajo las escaleras que dan acceso al garaje de su casa en Ponteareas. Se habría con un mando a distancia que el propietario guardaba en la nevera del mismo garaje. Dentro había 9.000 euros envasados al vacío y anotaciones manuscritas sobre contabilidad atribuida a la venta de cocaína.