Condenan a una aseguradora a indemnizar con 400.000 euros a un motorista al que amputaron una pierna

La Voz VIGO

O ROSAL

La Audiencia de Pontevedra
La Audiencia de Pontevedra CAPOTILLO

La empresa tardó en compensarlo tras un accidente en O Rosal

19 mar 2024 . Actualizado a las 17:58 h.

Un motorista que sufrió un grave accidente de tráfico en O Rosal tendrá que ser indemnizado con 402.000 euros, por los daños, las secuelas y el daño moral que padeció. Así lo ha declarado la Audiencia Provincial de Pontevedra en una reciente sentencia en la que condena a la aseguradora de la conductora que provocó el siniestro (Mutua Madrileña) a incrementar la indemnización que había reconocido el juzgado de Tui, porque tardó demasiado tiempo en resarcir al perjudicado.

El accidente tuvo lugar en noviembre del año 2015, en la carretera que une O Rosal y Tabagón. La conductora de un coche Dacia se incorporó a la carretera principal (EP-3302) sin percatarse de que por ella circulaba un hombre en una moto. Iba a gran velocidad y se estrelló contra ella. Lo trasladaron al hospital. Al cabo del tiempo, sus lesiones se complicaron y le tuvieron que amputar una pierna.

La sentencia atribuye a la mujer que conducía el coche un 80 % de la culpa en el siniestro. Considera que no tomó «las debidas precauciones». Pero dice también que el motorista tuvo un 20 % de la culpa porque iba demasiado rápido: como mínimo, a 77 kilómetros por hora en un tramo limitado a 50, según el informe pericial. La mutua pidió que se atribuyera al motorista una culpa del 40 %, para reducir la indemnización, pero los magistrados lo descartaron.

La evolución de las lesiones del motorista fue mala. La gravedad del accidente le provocó la fractura de una pierna. Lo operaron en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, de urgencia. Pero la rodilla perdió su movimiento y, casi dos años después del siniestro, fue necesario que le implantasen una prótesis.

El problema es que esta prótesis se infectó. A pesar de los tratamientos que se aplicaron, la infección no se pudo resolver. La mutua obligaba al señor a desplazarse a un hospital de Madrid para tratarlo con los médicos que tenía concertados. Pero no había manera.

Hasta que un médico del Cunqueiro consideró que era necesario amputar la pierna, porque, si no, el hombre, podría morir. La aseguradora cree que no debió amputarse, sino cambiar la prótesis y seguir tratando la infección, pero el especialista del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo lo tuvo claro y, además, al hombre no le ofrecían una alternativa clara.

Sin pagos en tres años

Así que amputaron. Tuvo que estar varios meses en rehabilitación tras la intervención quirúrgica. Al hombre, mecánico de 55 años, con varios años de vida laboral por delante, le dieron una incapacidad permanente total, lo que significa que tenía derecho a una pensión equivalente al 55 % de su base reguladora, que se calcula como el salario de varios años.

La sección tercera de la Audiencia Provincial reprocha a Mutua Madrileña el retraso en los pagos, pues hasta tres años después del accidente no da una oferta al perjudicado. «La aseguradora consigna sustancialmente tarde y en cantidades a cuenta nimias en comparación a los importantes efectos perjudiciales originados», dice la sentencia.

El juzgado de Tui ya reconoció una indemnización de 373.000 euros, pero ahora la Audiencia la eleva a 402.000 por el retraso en hacerse firme el fallo y en que la aseguradora lo pagase. En el cálculo se estiman el período de baja y las secuelas, la incapacidad permanente y también el «importante menoscabo moral, plasmado en la amputación».