Así fue el espectacular arresto en Cangas del investigado por reventar cajeros

CANGAS

La Guardia Civil eleva a cuatro los atentados contra sucursales bancarias de Barro. O Morrazo y Pazos de Borbén

24 jun 2023 . Actualizado a las 02:08 h.

La Guardia Civil eleva a cuatro los intentos de robo con explosiones en los cajeros de entidades bancarias que se le atribuyen al vecino de Cangas detenido el miércoles. Los días 1 y 2 de septiembre, autores desconocidos reventaron los cajeros automáticos de dos oficinas de Abanca ubicadas en Cangas y en Pazos de Borbén, con tan solo 24 horas de diferencia. Los daños ocasionados en Cangas superaron los 50.000 euros. El año anterior ya se habían producido actos similares en otros municipios como Barro y Pazos de Borbén, donde emplearon artefactos de fabricación casera.

Tanto la coincidencia en el tiempo como la forma de actuar, dirigieron la investigación del Equipo de Policía Judicial de la Comandancia de Pontevedra hacia el mismo grupo de personas y culminó el miércoles con el arresto de un vecino de O Hío, parroquia en la que se produjo el primer asalto y donde el despliegue policial desde primera hora de la mañana suscitó un gran revuelo entre todos los vecinos. Más de medio docena de vehículos con agentes armados desembarcaron cuando aún no había salido el sol en las inmediaciones del colegio público para practicar un registro en una vivienda próxima, por lo que el operativo no pasó desapercibido entre la población. El arrestado, de unos  49 años, fue presentado ayer a primera hora de ayer en el Juzgado de Instrucción número 2 de Cangas y quedó en libertad con cargos pasado el mediodía. En los registros practicados en Cangas y Bueu se intervinieron numerosos efectos y útiles vinculados con los robos. Al detenido, pendiente ahora de juicio, «le constan multitud de antecedentes policiales».

Las explosiones registradas en Cangas y en Pazos de Borbén se produjeron sobre las cinco de la mañana y los ladrones no consiguieron, en ningún caso, hacerse con el botín. Los hechos desataron una gran preocupación ya que no se habían registrado hechos similares desde la oleada que hubo en el área de Vigo entre el 2012 y 2015, año en el que la Guardia Civil detuvo a los autores de la explosión de otro cajero de Abanca en la parroquia tudense de Guillarei que reventaron con una combinación química de oxígeno y gas acetileno.