Comiezan los derribos en pleno centro de Vigo para levantar 63 viviendas y una plaza

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El promotor invertirá 25 millones de euros en la nueva urbanización de Hernán Cortés

10 abr 2024 . Actualizado a las 01:10 h.

La modernización de las calles Hernán Cortés y Doutor Carlos Laforet ha comenzado. Toda una manzana de viejas edificaciones desaparecerá para dar paso a un nuevo proyecto urbano con una plaza pública y nuevas viviendas. Los trabajos de demolición de nueve inmuebles que ya han arrancado dejarán un área diáfana de 3.330 metros cuadrados. Aquí comenzará a reconstruirse un nuevo tejido urbano. Está prevista la construcción de 63 viviendas y una plaza pública de casi 1.000 metros cuadrados.

La confluencia entre las calles Doctor Carlos Colmeiro Laforet, María Berdiales y Hernán Cortes, a pocos metros de la Gran Vía, lucirán una nueva cara. El proyecto tiene la finalidad de sacar al mercado inmobiliario viviendas de obra nueva, para las que existe una gran demanda, así como nuevos lugares de esparcimiento público. Los pisos serán de una a cuatro habitaciones y la comercialización ya ha comenzado mediante el sistema de pignoración, o bloqueo de la entrada en la cuenta bancaria del futuro propietario. En la nueva configuración de la manzana también está prevista la creación de una zona comercial y de aparcamientos por debajo de la plaza. Este área de esparcimiento estará conectada con la calle Simón Bolívar de forma peatonal.

Desaparece lo antiguo en una parte del casco urbano para dar paso a nuevas construcciones adaptadas a las exigencias actuales. Antiguas edificaciones centenarias sin ascensor, la mayoría en mal estado por el paso de los años, darán paso a nuevos bloques con accesos adaptados y eficientes desde un punto de vista energético.

La ciudad también dirá adiós a una pequeña parte de su historia cotidiana para dar paso también a nuevos negocios. La puesta en marcha de este proyecto ha supuesto, por ejemplo, la desaparición del Riquitrí, una taberna por la que pasaron varias generaciones de vigueses y que tenía la llamativa tradición de invitar a sus clientes a remar en la acera el día de Navidad. La persona que regentaba este local fue uno de los afectados que se tuvieron que ir del barrio, ya que los proyectos de demolición incluían el inmueble. En este lugar también se encontraba el restaurante El Corralito, así como una tienda de material médico cuya entrada se encontraba por la calle María Berdiales.

Familias que llevaban décadas viviendo en este lugar tuvieron que buscar otro lugar donde vivir para permitir la ejecución del proyecto. Para eso, llegaron a acuerdos con los propietarios mayoritarios del ámbito. Pese a que muchas viviendas se encontraban en muy mal estado, otras estaban como nuevas porque habían sido reformadas durante los últimos años. Durante los últimos meses, la empresa había tapiado puertas y ventanas de los inmuebles afectados para evitar la entrada de okupas.

La promotora gallega Arial invierte un total de 25 millones de euros en la transformación de este ámbito, que inicialmente desarrolló urbanísticamente la empresa Meifust Invest. Los vecinos tendrán que acostumbrarse a convivir con las obras, puesto que el plazo de ejecución estimado es de dos años y medio, para concluir a finales del 2026.

La empresa constructora ha colocado andamios en los edificios afectados por las demoliciones y limitado el paso de los peatones para trabajar con las máximas garantías de seguridad, de acuerdo con la licencia que la Gerencia de Urbanismo otorgó en diciembre del año pasado. La zona afectada contempla los números que van del 12 al 24 de la calle Hernán Cortés y los números 2,3 y 4 de Carlos Colmeiro Laforet, que se van a demoler en dos fases antes de dar paso a la construcción de los edificios.