La empresa Bacalao Outón, con base en Ponteareas y sede en Vigo, aumenta su gama con lomo selecto de Islandia sobre cebolla, una nueva línea enlatada que resuelve una comida con un clic
11 ene 2024 . Actualizado a las 17:59 h.En casa de los Outón no se discute nunca el menú de Navidad. No solo porque disponen de una despensa gigante con bacalao en todas sus variantes posibles. Es que, además, les encanta. Eso asegura Fran Outón, el director de una empresa que lleva su apellido y cuyo buque insignia es el bacalao tradicional, el salado y sometido a un proceso de secado, que se presenta para su comercialización en planchas secas con forma de una balalaica sin cuerdas que suena cuando se cocina y sabe a gloria.
La familia se dedica desde hace más de 40 años a la importación y comercialización del pescado que vive en los fríos mares del norte. Comenzó su padre, Francisco, dando un giro inesperado al rumbo profesional que llevaba la saga hacía más de un siglo, llevando la masa madre de generación en generación desde la panadería de sus bisabuelos, en A Pobra do Caramiñal, hasta Ponteareas. Desde allí hasta Salvaterra, cerca de la frontera con Portugal, fue donde lo empezó a vender en una época en la que escaseaba en el país vecino pero del puerto de Vigo salían barcos con destino al Mar de Barents.
La empresa que empezó en una pequeña nave con la hoja de bacalao tradicional, fue evolucionando en los años 90 hacia otros cortes del pez, desalado, desalado refrigerado, fresco o en cortes a la última, como los que se hacen para el carpacho.
En el 2015 la empresa adquirió una nave en Vigo, en el puerto de O Berbés, donde empezaron a ampliar aún más las variedades de bacalao fresco y fresco y congelado al punto de sal, que es , según explica el profesional, el que está funcionando mejor en cuanto a ventas tanto en España como fuera. «En facturación ha sido el mejor de todos los años que llevamos: 4.200 toneladas de bacalao. Hemos cerrado el 2023 con más de 30 millones de euros de facturación», revela, satisfecho, aunque aclara que «se ganaba más hace 30 años facturando cinco millones que a día de hoy porque los gastos son mucho más elevados», afirma.
La producción que comercializa Outón procede de pesca de invierno y pesca de línea, y se importa principalmente de Islandia e Islas Feroe, «pero también de Noruega, Canadá y Groenlandia», indica sobre los principales caladeros para esta empresa que trata más con capturas de barcos pequeños que con naves de gran tamaño.
Como su política es ir añadiendo a su oferta novedades con las que sorprender a los consumidores, su última incorporación es una conserva de lomo selecto de bacalao que solo hay que abrir y está lista para comer. «Se hace con la parte más noble del mejor bacalao que hay, procedente de la pesca de línea en Islandia. El lomo, al punto de sal, se presenta sin espinas, pero le dejamos la piel porque pensamos que le confiere un poco de sabor y quien no la coma la puede retirar», cuenta. Lleva previamente una pequeña fritura «y va sobre una cama de cebolla y con una aceituna negra antes de pasar por el autoclave para su esterilización y se envasa en aceite de oliva virgen extra», añade sobre sobre la receta ganadora que decidieron usar tras un proceso de catas para ver de qué manera estaría más rico. «Tiene muy buena aceptación, a la gente le encanta y la idea es que se pueda tener en casa como fondo de armario, que un día no te apetece o no tienes tiempo de cocinar, tienes en unos segundos un plato sabroso, de calidad y sano», valora Fran Outón, que añade que el consumidor, si lo prefiere, lo puede calentar, pero ya ha sido cocinado antes de meter el producto en la lata. La segunda línea de mercado que quieren abrir, además de su presencia en tiendas gourmet, es su introducción en el sector de la hostelería para que tengan una receta buena y rápida disponible para servir.
Para este proyecto de la empresa bacaladera con base entre Ponteareas y Vigo, ha contado con la colaboración de Conservas Portomar. La línea de platos sencillos pero listos para consumir está a punto de estrenar su próximo lanzamiento, que es «un lomo de bacalao refrigerado desalado, con su aceite y su ajito para poder meter en el microondas», avanza.
Expansión hasta Dubai
Outón, que se había estrenado con las latas de carpacho en semiconserva con caducidad de 90 días, se lanza ahora a por la conserva de alta gama y larga duración en la despensa. De todas formas, el director afirma que el bacalao seco acompañado de coliflor que se toma tradicionalmente en Galicia en Navidad sigue siendo el producto estrella de diciembre. «Antes se vendía mucho más, pero aún despachamos en esta época el doble que el resto del año», afirma el responsable de Outón, que exporta a Francia, Italia ,Portugal y Sudamérica y en su expansión puede que llegue a Dubái en formato conserva premium.