Los taxistas de Vigo disparan su trabajo con la huelga de autobuses: «La gente se cabrea con nosotros»

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Los conductores dicen que el paro les beneficia, aunque no están cómodos

28 sep 2023 . Actualizado a las 01:23 h.

La huelga de los autobuses de Vitrasa tiene a unos beneficiarios directos: los taxistas. Estos profesionales experimentan un aumento de clientes coincidiendo con los paros anunciados por el comité de empresa de la concesionaria de los autobuses urbanos. Crece el número de ciudadanos que se ven obligados que recurrir a ellos para llegar a tiempo a sus compromisos. Las esperas en las paradas se hacen eternas y muchas personas no tienen otra alternativa que el transporte público para poder desplazarse por la ciudad. No les queda más remedio que pagar más para llegar a sus destinos y hay mucho enfado entre los usuarios por este motivo, dado que están acostumbrados a los descuentos que ofrece la tarjeta PassVigo y hay una notable diferencia en el precio.

«La gente se cabrea con nosotros. Nos beneficiamos, pero tampoco trabajamos cómodos. Te encuentras a pasajeros muy enfadados. Están quemados», señala Alfredo Parente, poco antes de subir a un cliente en la parada del Paseo de Alfonso. Manuel Suárez, otro conductor, también reconoce que trabaja más con la huelga de Vitrasa, especialmente durante los días en los que los servicios mínimos duran las 24 horas. Muchos pasajeros los paran en las propias paradas de autobús, después de estar más de una hora esperando para coger el bus. Los días que más trabajo tienen es cuando hay mucha lluvia, ya que ir andando deja de ser una alternativa.

José Ferreiro, otro taxista que ayer al mediodía se encontraba en la parada del centro comercial A Laxe, califica a los clientes rebotados de la huelga de autobuses como «forzosos». Reconoce que muchas veces tiene que aguantar el mal humor que tienen por no poder llegar a sus destinos como están acostumbrados, en autobús, pagando poco dinero y siendo puntuales. «Te amargan el día», señala este taxista.

La profesional del volante Nuria Fernández también detecta este aumento de pasajeros producto de la huelga de Vitrasa. «En momentos puntuales, sobre todo a primera hora de la mañana hay más demanda. Se ve en el número de llamadas», afirma en la parada de A Laxe.

Esta situación continuará a lo largo de los próximos días porque el conflicto que enfrenta a los trabajadores de Vitrasa con su patronal no tiene visos de solución a corto plazo. El comité de empresa ha anunciado que continuará con los paros indefinidos y que también realizará jornadas de 24 horas, hasta que la concesionaria no se siente a negociar una actualización salarial justa, que están congelada desde el final del convenio de 2020. También reclaman al gobierno municipal que se implique en la resolución del conflicto para acabar con los paros, que merman la calidad del servicio.

M.MORALEJO

«Hay horas en las que tenemos problemas para cubrir el servicio» 

El presidente de la asociación de Radio Taxi y de la cooperativa de autotaxis, Emilio Mosquera, señala que hay determinadas horas en las que tienen problemas para cubrir el servicio «y lo que se resiente es la marca taxi», afirma. Por eso, si bien está aumentando su trabajo, afirma que para ellos sería mejor que no hubiera huelga de autobuses. «El usuario de Vitrasa no suele ir en taxi y ahora están ocupando el sitio de los habituales del taxi», afirma. Para la próxima edición de Conxemar, liberarán descansos ante el evidente incremento del volumen de trabajo que va a suponer la celebración de la feria internacional del congelado en el Ifevi.

La falta de autobuses de transporte público dispara el uso de los taxis, que en momentos puntuales no son capaces de absorber toda la demanda. Los usuarios, enfadados por que no hay buses, también se irritan con los taxistas porque llegan tarde al estar ocupados haciendo otros servicios. Donde más se notan las carencias del transporte público son en las paradas de los hospitales de la ciudad.

La taxista Nuria Fernández afirma que en las horas punta, tanto las paradas del Meixoeiro como las del Álvaro Cunqueiro están sin taxis disponibles. El motivo es que quedan en el extrarradio de la ciudad. «Yo no voy a ir desde el centro de Vigo vacía al hospital, a no ser que te coincida por la zona», explica Nuria. No ocurre lo mismo en el aeropuerto, donde la demanda sigue siendo prácticamente la misma por el sobrecoste que supone. «El viajero que va a coger un taxi cuando se baja del avión va directo a la parada, mientras que el que piensa ir en autobús acaba esperando el tiempo que haga faltar», señala Nuria. Las esperas son de más de 40 minutos.