Vigo alivia su cementerio de barcos con la retirada de un atunero que lleva ocho años en Beiramar

M.A.P. VIGO / LA VOZ

VIGO

El Atlántico partirá mañana hacia Gijón para su desguace

31 may 2023 . Actualizado a las 04:46 h.

El atunero Atlántico dejará el puerto de Vigo después de ocho años amarrado en el muelle de Beiramar. El pesquero será remolcado mañana hasta un astillero de Gijón con competencias para mutilar un barco como este, que lleva casi una década varado, con la estructura dañada y equipado con material que el paso de tiempo ha vuelto inservible. Incluso han crecido helechos en la rampa trasera. La despedida de este buque coincide con la polémica que se generó este mes con la llegada del Santa Isabel, de pabellón de Belice, y en estado deplorable. Tras un examen de Capitanía Marítima, se detectaron 53 deficiencias y ha sido trasladado para reparar hasta las gradas de la antigua Vulcano. Por ahora, no han comenzado los trabajos.

El Atlántico figuraba en la flota de una armadora española quebrada e intervenida más tarde por una empresa venezolana. Esta última logró modernizar y renovar dos pesqueros, pero fracasó en el intento de poner a punto el atunero que han dejado morir en plena fachada marítima de Vigo. Dos jóvenes peruanos custodiaron el barco durante estos últimos años. Son personas ajenas a la tripulación a las que sencillamente se les encomendó la tarea de vigilar el atunero en trance de ser chatarra. En un punto de la historia, existió la posibilidad de dar una nueva vida al Atlántico, pero no existieron medios económicos que respaldasen esta intención. «El relato está lejos de ser romántico», sostiene un técnico del astillero asturiano que ayer revisaba el estado del pesquero acompañado por el único guardián que se ha quedado hasta el final.

La regulación española para el desguace de barcos es estricta y el proceso es caro, según describe la Organización Internacional Marítima. Los riesgos medioambientales que entraña esta actividad son altos, por las partículas tóxicas de pintura que emanan del desmantelamiento y la contaminación que producen los metales pesados. Los astilleros de Vigo, por ejemplo, han preferido desquitarse de esta tarea y en Gijón destaca la especialización de El Musel. El Puerto de Vigo, en su informe sobre el desguace y el reciclaje de buques, advierte que durante la operación «se deberá instalar una barrera anticontaminación cercando la zona de trabajo» y que está prohibida la tarea a flote.

XOAN CARLOS GIL

La Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) ha solicitado ayudas «genéricas» a las administraciones —el Ministerio de Pesca proyecta coordinar con las comunidades autónomas esta tarea— para desguazar o reciclar los navíos. Genéricas porque demandan ayuda tanto para renovar parte de la flota como para aquellos barcos con los que ya no hay nada que hacer. Sobre el primero de los casos, recuerdan las presiones que ejerce Europa por la modernización, mejora de la habitabilidad de los barcos y la puesta a punto de sus sistemas para que sean menos contaminantes, indica Javier Touza, presidente de los armadores.

En Vigo, especialmente la terminal de Bouzas se ha convertido en una especie de cementerio de barcos. En estos momentos, hay una decena de pesqueros amarrados a la espera de su destino final, como el Vilachán, Feixe, Emilita, Jacqueline o Antony. Otros, como el Favaios o el Camino, han ocupado este espacio portuario por más de una década. Muchos de ellos fueron construidos en los ochenta y ya están jubilados. Recientemente, han intervenido sobre otro de ellos, con el casco azul. En A Laxe, permanece el narcobuque Karar desde hace más de tres años a la espera de ser subastado.