Los mariscadores de A Illa volverán el lunes a trabajar en sus autorizaciones

Cuando acabó el paro biológico aprobado por la Administración ante el varapalo sufrido este año por el marisqueo, las cofradías tuvieron que hacer frente a la dura realidad. Igual que los bancos de libre marisqueo estaban arrasados, sus autorizaciones también eran un escenario desolador: se veía algo de cría, pero escaso bivalvo de talla comercial. En A Illa de Arousa, los muestreos realizados por la cofradía llevaron a tomar una decisión difícil: mantener cerradas esas zonas de trabajo. Los rañeiros tenían dos opciones: o utilizar otras artes que tuviesen en el pérmex, o quedarse en tierra. Ayer por la tarde, la asamblea de marisqueo a flote de A Illa volvió a reunirse para reevaluar su decisión. El mes de mayo está a punto de llegar y vence el plazo que habían dado a sus bancos para reponerse. La decisión adoptada por la asamblea fue volver al trabajo a partir del próximo lunes. El martes se celebrará una reunión para analizar la primera jornada y las sensaciones que deje.

El patrón mayor, Juan Rial Millán, no pudo asistir a la asamblea. En Santiago se iba a celebrar, en la Federación Galega de Confrarías, una reunión en la que, en teoría, el sector iba a tener información de primera mano sobre los planes de la Xunta para relanzar el marisqueo. Pero antes de entrar en ese encuentro, explicó que la intención de la cofradía pasa por concentrar el trabajo, al menos de momento, en las «zonas máis pobres» de sus concesiones, a fin de minimizar el impacto que los raños puedan tener en aquellos bancos en los que se ha detectado mayor cantidad de cría.

Conscientes de que deben mantener un equilibrio muy frágil, se ha decidido intentar compensar unos resultados que se auguran más que flojos, con días de trabajo «á ameixa roxa na banda de sur, para que a xente poida ir compensando e que lle saia a semana rendible», explicaba el patrón mayor isleño.

En Cambados, a la inversa

Mientras en A Illa deciden volver al trabajo, en Cambados el sector del marisqueo a flote ha hecho el camino contrario. Los malos resultados obtenidos por la flota desde que volvieron a faenar en sus autorizaciones provocaron que el pasado martes se celebrase una asamblea de la agrupación de a flote en la que se acordó solicitar un cese de actividad de dos meses de duración. Inicialmente se había planteado pedir cuatro meses, reevaluando la situación a la mitad, pero dado que esa alternativa no fue admitida por la Administración, se acordó optar por pedir dos meses, de entrada sin opción de prórroga. Explica el patrón mayor, Alejandro Pérez, que no todas las embarcaciones que se dedican al marisqueo a flote en Cambados van a poder acogerse al cese de actividad. «Non son moitas as que van poder facelo», señala, ya que por ejemplo las que han despachado para la navaja quedan fuera de esa medida de protección. Aún así, el acuerdo fue adoptado por una amplia mayoría, quizás por la cruda realidad que se vive en el mar, donde el marisco «é pouco e sen talla». «Quizais para agosto» esté en condiciones de ser extraído, explica el patrón mayor citando a los biólogos que han realizado los muestreos. «Temos que pensar que facer; non podemos seguir con este rumbo», concluye Pérez.

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