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Las 4.000 hogueras que protegen al viñedo de las heladas

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Cedida

Martín Códax combina en su finca de Vilardevós, en Monterrei, métodos tradicionales con un potente sistema de ventiladores que le permite prevenir los daños que el frío causa a la cosecha

24 abr 2024 . Actualizado a las 09:26 h.

Cuatro mil pequeñas hogueras iluminaron esta semana de madrugada el cielo del municipio de Vilardevós. Lo hicieron, un año más, para combatir a las heladas tardías que afectan al viñedo y que pueden causar serios daños a la futura cosecha de uva. Porque el fuego de estas pequeñas fogatas permite elevar la temperatura de la finca y ahuyentar así a las bajas temperaturas que amenazan los nuevos brotes. Y es uno de los métodos más antiguos que se utiliza para este fin. Lo saben bien en Martín Códax, que combina este sistema con otros más modernos, para proteger a su cosecha de las heladas tardías, que son otra de las consecuencias del cambio climático.

Cuentan en este grupo bodeguero que en Monterrei siempre están preparados para afrontar el riesgo de heladas y que lo hacen con una combinación única de tradición y tecnología. Fue en enero del 2017 cuando las heladas afectaron a muchos viñedos del norte de España y fue también, entonces, cuando Martín Códax decidió empezar a trabajar con el método de las pequeñas hogueras, un sistema que se utiliza en varias regiones vitivinícolas de Francia y que se popularizó en la película Un paseo por las nubes, protagonizada por Keanu Reeves.

Consiste en desplegar botes de parafina por el viñedo que se enciende, elevando la temperatura hasta dos grados en una superficie de 25 metros cuadrados cada uno. Este método, aunque tradicional, ha demostrado ser efectivo en viñedos con topografía limitada, donde no es viable instalar otros sistemas, cuentan en la bodega.

Dos años después, Martín Códax decidió dar un paso más e implementar un sistema de ventiladores para prevenir las repentinas heladas. Este consiste en una serie de torres de aire, estratégicamente distribuidas, y que protegen entre cinco y ocho hectáreas cada una. Funcionan de manera automática para evitar la acumulación de aire frío que puede dañar los brotes. Estos ventiladores tiene capacidad para revertir temperaturas de hasta tres grados negativos.

En total, la finca de Vilardevós cuenta con cuatro torres de ventiladores y un total de 4.500 candelas. Estos dos sistemas permiten proteger hasta 63 hectáreas de viñedo. Esta combinación de métodos tradicionales y tecnológicos, afirman en la bodega, no solo protege sus cultivos sino que también representa una respuesta al cambio climático. Porque de ahí deriva parte del problema, de una climatología que, cada vez más, adelanta la brotación del viñedo y, al mismo tiempo, provoca grandes oscilaciones térmicas, dando lugar a heladas en épocas en las que estas no deberían ser habituales, como el mes de abril. La fusión entre la tradición francesa y las nuevas tecnologías es la forma que Martín Códax ha encontrado para proteger sus viñedos y arafrontar los desafíos climáticos actuales.