Carme Sánchez, donante de sangre de Melide: «Compartir algo que é teu non custa nada, e se serve para axudar a alguén, marabilla»

Dobla la tasa provincial de donaciones por cada mil habitantes —que es de 42—. A todavía más distancia deja la de la comunidad autónoma, que se sitúa en 38,4. Y de las siete ciudades gallegas, tan solo una la supera. Después de Santiago, con 88 donaciones por cada mil habitantes en 2023, Melide es el municipio gallego con la tasa más alta de extracciones de sangre: 85,9 por cada mil habitantes. A ese registro, alcanzado el año pasado por primera vez, contribuye la solidaridad de vecinos como M. Carme Sánchez, una «súper donante», si así se considera a quien comparte su sangre siempre que puede.

Esta melidense lleva más de tres décadas contribuyendo a sostener las reservas de sangre que se utilizan en los hospitales gallegos. Fue en uno de ellos donde donó por primera vez: en el antiguo Hospital General de Galicia, en la compostelana rúa Galeras. «Unha persoa de Melide que estaba ingresada precisaba sangue e, casualmente, do meu grupo. Fixeran un chamamento —recuerda la mujer— e fora alí a doar». Desde entonces, «xa empecei a facelo na unidade móbil sempre que podo», cuenta. Es consciente de la importancia de donar todas las veces permitidas —tres al año, al tratarse de una mujer—, porque su grupo sanguíneo, el A+, «é o máis universal, pero tamén por iso, o que máis se necesita», explica.

M. Carme apela a la sensibilización: «Hai que meterse na pel dos demais», defiende para invitar a reflexionar sobre situaciones indeseables, como, apunta, «unha operación que se ten que aprazar por falta de reservas de sangue». Por eso, no duda en animar a hacerse donante: «Compartir algo que é teu non custa nada, e se serve para axudar a alguén, marabilla», sostiene esta vecina de Melide, que comparte la satisfacción personal que siente cuando le comunican que su sangre se utilizó para un paciente. «Iso faite sentir moi ben», afirma esta mujer de 58 años, que recomienda sin titubeos la experiencia: «Non notas absolutamente nada. Despois —cuenta— de doar sangue, que son 10-15 minutos, outros tantos en repouso bebendo líquido». Tampoco falta el bocadillo para reponer fuerzas, tal y como señala esta melidense, que destaca las comodidades que, además del desplazamiento de unidades móviles, ofrecen desde la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue para facilitar el proceso. «Non tes nin que levar a conta das veces que doas, xa se encargan eles de todo», cuenta.

Padrón, Negreira, Santa Comba y Oroso, también entre los primeros

Melide es, después de Santiago, el concello gallego con la tasa de donación de sangre más alta, pero no el único del área de influencia de la capital que sobresale por la solidaridad vecinal con ese gesto que ayuda a salvar vidas. Otros cuatro municipios de la zona están entre los diez de la provincia coruñesa que más donan. Al municipio capitalino y al melidense les sigue Padrón, con una tasa de 84 donaciones por cada mil habitantes.

En ese ránking también están Negreira, que se sitúa, después de Boiro, en quinta posición con 70,28 donaciones, mientras que el sexto lugar lo ocupa Oroso, con una tasa de 68,35 donaciones por cada mil habitantes. Finalmente, Santa Comba, que tiene por delante al concello de Noia, se sitúa en octava posición con 62,41 donaciones. Los datos, de la campaña del 2023 de la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue (ADOS), sitúan en el otro extremo a cuatro municipios del área de influencia de Santiago. Entre los diez concellos coruñeses que menos donan sangre están Santiso, que ocupa la primera posición con 4,75 donaciones por cada mil habitantes, Toques, Dodro y A Baña.

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