Ticiana Ghiglione Darriba, escritora: «Yo no maté a nadie, ni vi ningún tipo de fantasma»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ticiana junto al libro que presenta
Ticiana junto al libro que presenta CEDIDA

Presenta este viernes en el Café de Cine su nueva obra, No apartes la mirada del espejo / Non apartes a mirada do espello

07 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras recopilar las viñetas con las andanzas de su personaje Dina Mita en el libro Dinamitadas, el despertar de la ironía, Ticiana Ghiglione Darriba presenta este viernes en el Café de Cine de Pontevedra (22 horas) su nueva obra No apartes la mirada del espejo / Non apartes a mirada do espello. «Es un libro de relatos inquietantes, bilingüe, en galego y castellano», apunta antes de remarcar que «son diez relatos ilustrados que ponen un poco de manifiesto la condición humana, lo que es capaz de llegar a hacer mejor el ser humano». La poeta Adri de Vargas presentará el acto, mientras que el guitarrista Óscar Lope acompañará a Ticiana Ghiglione, quien tiene previsto realizar una perfomance.

—Estamos hablando de relatos de ficción, ¿no?

—Sí, la literatura es siempre ficción, aunque también tienes algo de real y de autobiográfico, pero, ojo, yo no maté a nadie, ni vi ningún tipo de fantasma, ni cosas de ese tipo.

—Se aparta bastante de lo que fu su primer libro.

—Sí. Tengo un personaje de viñetas que se llama Dina Mita, que es una especie de Mafalda del siglo XXI. Viví años en Pontevedra de y, de hecho, me formé aquí, estudie aquí en Belas Artes y con ella publiqué en varios medios y también colaboré en radio. En el 2018 hice la recopilación de Dina Mita y ahora estoy publicando en una revista, Mujer Arte, que sacan trimestral y colaboró con una viñeta.

—¿Cuál es su principal influencia a la hora de escribir los relatos?

—Esto me imagino que debe venir porque soy argentina de nacimiento. Hasta los 9 años vivía allí y allí hay mucha influencia del relato. Cortázar, Borges... Se le da mucha importancia. No es un género que está como aquí, por decirlo de alguna manera sin que suene feo, denostado. Eso por un lado, pero también, en mi caso, surgieron como un juego. Soy de familia de artistas y mi hermana lleva unos años trabajando en un libro que va a publicar. Hace un par de años, con mi madre y con esta hermana, creamos una página, un grupo, en el que nos llamábamos, una vez a la semana y nos contábamos cuentos que habíamos escrito. Nos poníamos consignas y a partir de esas consignas, detonantes, que nos dábamos empezaron a surgir estos cuentos.

—Afirma que son inquietantes, pero ¿hasta que punto?

—No los encuadraría como cuentos de terror, no es la palabra. Me escribió el prólogo la periodista y escritora María Xosé Porteiro, quien dice: «De estructura canónica en lo estilístico, en los relatos que integran este volumen, en cuanto a género, predomina el noir capaz de crear suspense y mantener el interés desde el primer renglón, condimentado con un leve toque naif en la medida precisa, para garantizar una sorpresa final que desplaza a la inocencia». También afirma: «Prepárense para viajar en esta suerte de montaña rusa que combina una ironía aguda —por veces cáustica, sin perdones ni coartadas— con el vértigo del suelo que desaparece bajo nuestros pies, al tiempo que una cosquilla infernal nos electriza la espina dorsal».

—Está claro que no se aparta de la literatura de terror.

—No es una cuestión de terror, de te voy a dar un susto, sino que son cuentos que tienen giros inesperados, donde los finales, de alguna manera, te dejan sorprendido, pero, a la vez, muchos de ellos te hacen formar parte de. O sea, te hacen cómplice de la historia.