¿Qué fue la bola de fuego que cruzó este domingo el cielo de la provincia de Pontevedra?

Marcos Gago Otero
Marcos Gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Estela de un bólido a su paso por el cielo sobre Pontevedra
Estela de un bólido a su paso por el cielo sobre Pontevedra s.b.

El Observatorio Astronómico Ramón María Aller explica que se trató de un bólido, un objeto procedente del espacio que prendió fuego cuando entró en la atmósfera y pudo acabar en el mar

20 feb 2024 . Actualizado a las 20:14 h.

Una bola de fuego de unos segundos y una estela serpenteante de un color blanco sorprendió este domingo a los vecinos de varios de los concellos de la provincia de Pontevedra mientras se desplazaba por el cielo en dirección de este a oeste. Fue un fenómeno inusual, que al coincidir con el crepúsculo alcanzó unas condiciones que permitieron darle una mayor visibilidad en un cielo que empezaba a oscurecerse. El catedrático emérito de Astronomía de la USC y coordinador de investigación del Observatorio Astronómico Ramón María Aller, José Ángel Docobo Durantez, explica que, con los datos que se han podido recabar de cámaras y testigos, todo parece indicar que se trató de un bólido. Esta semana está prevista la caída de dos satélites a la Tierra, pero no se vincula lo ocurrido el día 18 con ellos, porque ni se les esperaba este domingo sino el miércoles, ni el fenómeno que observaron los pontevedreses se movió en las direcciones del modelo contemplado por los científicos para estos dos casos. Pese a lo espectacular del bólido, y sobre todo su estela, no hubo ninguna interacción con Galicia y, es posible que, si no se desintegró del todo en el aire, sus retos hayan caído en algún lugar del Atlántico.

José Ángel Docobo indica que el fenómeno observado en Pontevedra «tiene toda la apariencia de ser un bólido, que vino de tierra hacia el océano». Este astrónomo lleva todo el lunes recabando datos y revisando cámaras como las de MeteoGalicia en Aguete, en Marín, que sí recogieron el tránsito de este objeto sobre los cielos gallegos. La cámara de Aguete graba instantáneas cada dos minutos, así que lo recogido por el objetivo fue la estela, un rastro en el cielo que llamó la atención de los vecinos tanto como la propia bola de fuego que describen aquellos que vieron todo el proceso. «El bólido pasa en tres segundos, o en cinco o seis como mucho», comenta. «Esa estela, como perdura en el tiempo unos minutos se puede ver cómo va evolucionando». En Aguete, la primera toma fue a las 19.27 horas y todavía se pudo percibir a las 19.33 hora. «Esa estela, como estamos hablando de varios minutos, se va deformando por la acción sobre todo del viento y, por eso se ve que toma esa forma tan típica de un bólido».

En el sistema solar además de planetas, satélites, asteroides, planetas enanos y cometas, entre otros, también hay «lo que se llama meteoroides», que Decobo define como «asteroides muy pequeños», objetos que de vez en cuando se pueden ver en los cielos gallegos. Destaca el «fenómeno luminoso» que pasó por Baralla el 18 de enero del 2021 de madrugada. Se hizo una investigación muy completa del tema y se pudo averiguar que la piedra inicial, el meteoroide, tenía una masa superior a dos toneladas y un tamaño de más de dos metros de diámetro. Ese fue el objeto que penetró en la atmósfera que tras hacerlo «se va destruyendo con su contacto con las capas atmosféricas y finalmente, si la masa inicial es elevada como fue aquel caso, es muy probable que caiga al suelo algún resto, que es lo que llamamos meteorito», precisa Docobo.

Ayuda para investigarlo

Investigadores del Área de Astronomía e Astrofísica de la Universidade de Santiago de Compostela están tratando de calcular la trayectoria del bólido, como ya hicieron con el meteorito de Traspena, que incluso pudo ser recuperado y estudiado. Para esa tarea científica, piden colaboración ciudadana porque hasta el momento solo han podido acceder a fotografías del fenómeno y necesitarían algún vídeo para afinar sus cálculos. Por eso piden que cualquiera que tenga grabaciones se las haga llegar, fundamentalmente de cámaras de seguridad, que es más fácil que hayan podido captar un fenómeno que dura apenas segundos. Si alguien tiene esas imágenes puede remitirlas al correo manuel.andrade@usc.gal o hacerlas llegar a La Voz de Galicia para que sean reenviadas a la universidad. 

En el caso del fenómeno del domingo pasado se trató de un meteoroide, que entró en la atmósfera antes de las siete y media de la tarde y cuyo paso fue «extremadamente rápido», dejando solo la estela. Estos sucesos pueden pasar tanto de noche como de día. Por ejemplo, el 17 de mayo del 2016 hubo un meteorito que cayó, a las cuatro de la tarde, entre As Neves y Arbo, en la provincia de Pontevedra y que «dejó una estela en el cielo también». En este caso, hizo ruido, pero Docobo añade que «como era día festivo la gente no le prestó atención porque pensó que eran bombas de palenque».

¿A qué altura se desplazó el meteoroide que se vio el pasado domingo? A muchos kilómetros. En la etapa inicial del fenómeno podría verse ya a unos 100 kilómetros de altura y en su fase más baja pudo pasar por la provincia hasta unos 30 o 40 kilómetros de altura, pero las cifras reales están pendientes de estudio. Para determinarlo sería necesaria una investigación «muy amplia», con muchos parámetros a tener en cuenta. Así que su avistamiento se pudo realizar en un amplísimo radio de distancia. Por ejemplo, este astrónomo señaló que hay testimonios de personas de la provincia de Ourense e incluso del norte de Portugal. «Confunde mucho al verlo, porque te puede parecer que está ahí al lado, pero está muy lejos. En el 2004 hubo un bólido diurno que cayó al final en la provincia de Palencia y yo lo vi desde Santiago, a la puesta del sol, y la gente que lo vio allí pensó que era un avión que caía en Santiago, cuando lo hizo a casi 400 kilómetros de distancia».

Docobo señala que un fenómeno como el pasado «no se ven todos los días», pero que sí es posible contemplar alguno todos los años, aunque eso no quiere decir que caigan sobre Galicia. «Bólidos que se puedan ver en el crepúsculo como el que fue ayer no es tan habitual, a lo mejor se puede ver uno o dos al año desde un sitio concreto», sentencia. «Aquí en Santiago hemos estudiado ya muchos», subraya.