Intenta evitar una condena por estafa en Pontevedra afirmando que creía que eran ingresos de YouTube

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El acusado, incluso, empleó una cuenta de su madre para recibir las transacciones fraudulentas

21 oct 2023 . Actualizado a las 10:56 h.

No cabe duda de que las reproducciones de YouTube pueden proporcionar pingües beneficios a muchos internautas. Lo que es menos habitual es que esta forma de monetización de los contenidos audiovisuales se emplease para intentar eludir una condena por ciberdelincuencia. Pero así ha ocurrido en la Audiencia de Pontevedra al confirmar una pena de un año por un delito de estafa.

Los hechos tuvieron su origen el 4 de enero del 2019 cuando la víctima recibió en su correo electrónico un mensaje con apariencia de ser emitido por ING, entidad con la que esta pontevedresa tenía contratada la cuenta bancaria. En dicho mensaje se le pedía que introdujera una serie de datos, entre ellos las claves de acceso a la cuenta. La denunciante, creyendo que el correo era legítimo, envió dichos datos.

No tardó mucho tiempo en percatarse de que había sido víctima de un timo. Y es que apenas cuatro días después, una persona utilizó las claves para realizar dos transferencias de dinero, una de 1500 euros a la cuenta del acusado y otra de 850 euros a la de la madre de este último, donde figuraba como autorizado el procesado. Ese mismo 8 de enero, este último retiró las cantidades referidas que hizo propias siendo consciente, según la sentencia, de que el dinero procedía del engaño sufrido por la pontevedresa.

Argumento defensivo

A la hora de hacer frente a tales acusaciones, se alegó una supuesta indefensión al rechazarse la declaración como testigo de quien el acusado identificó como la persona responsable de la sustracción de las claves de la banca electrónica y de las transacciones económicas, así como quien supuestamente le «engañó haciéndole creer que procedían de la monetización de sus canales de YouTube». De hecho, durante el juicio sostuvo que fue este individuo quien, «bajo el pretexto de monetizar sus canales de YouTube de manera conjunta, le engañó para que le facilitase sus datos bancarios», de tal modo que recibió «tales ingresos en la creencia de que procedían del sistema de remuneración de YouTube».

El Juzgado de lo Penal, como ahora hace la Audiencia, estimó que «no se propuso dicha prueba con el escrito de defensa y no se interesó la citación del testigo con anterioridad al acto de juicio oral». Además, se incide en que no se expuso «ningún motivo para proponer dicha prueba de forma extemporánea, teniendo en cuenta que no estaba presente el día del juicio, provocando, en consecuencia, su admisión, la suspensión del juicio».

Inconsistencias

De igual modo, y en lo referido a los ingresos por las reproducciones audiovisuales, se refiere que «la explicación dada en el plenario sobre la monetización de los ingresos de dos cuentas de YouTube carece de ningún tipo de soporte». Asimismo, «la referencia a un tercero, posible autor de los hechos y que engañó al acusado, más de cuatro años después de los hechos es totalmente inconsistente».

Por el contrario, los indicios existentes «permiten inferir que el [acusado] participó en los hechos». A fin de cuentas, «datos personales de él o de su madre aparecen en las transferencias, los ingresos se hicieron en dos cuentas disponibles para él y la proximidad temporal entre el ingreso y la retirada del dinero apunta a que se quería evitar la recuperación del dinero».