La provincia de Ourense cerró el año con 24 muertos en las carreteras, el peor dato desde 2011

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Accidente de tráfico registrado en febrero del 2023 en Ponte Noalla, con una victima mortal y dos heridos graves
Accidente de tráfico registrado en febrero del 2023 en Ponte Noalla, con una victima mortal y dos heridos graves Miguel Villar

Los accidentes dejaron el doble de víctimas que en el 2022, además de 93 personas heridas de gravedad

03 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vuelta a la pesadilla del pasado. En materia de seguridad vial el año que ahora acaba de cerrarse se recordará en la provincia de Ourense como el peor de la última década, ya que tras unos años en los que la mortalidad había dado un respiro, las tragedias en el asfalto han vuelto a repetirse en demasiadas ocasiones.

Tantas como 24. Esa es la cifra total de personas que murieron por accidente de tráfico entre los meses de enero y diciembre del 2023. El dato supuso un repunte de casi el doble si se comprara con el del 2022, cuando se habían contabilizado 13 fallecidos, pero es que además representa el peor resultado desde el año 2011. En aquel ejercicio perdieron la vida por siniestros viales 27 personas, pero desde entonces la cifra había ido mermando año tras año. Las campañas de concienciación y educación vial, la presión de los cuerpos de seguridad vial sobre los automovilistas y un mayor respeto de los conductores y usuarios parecían estar dando resultados en favor de la reducción de accidentes graves, hasta tal punto que ejercicios como los del 2015 y 2017 se cerraron con nueve muertos. Nunca había habido menos, al menos desde que se tenían registros.

El año 2018 fue una excepción y al cierre de ese año habían muerto en las carreteras 18 personas, pero a partir de ese momento la cifra se había mantenido por debajo de quince. Hasta ahora. El año pasado todas las previsiones saltaron por los aires, ya que no solo subieron los fallecidos, sino también los heridos graves. Fueron, en todo el año, un total de 93, otro dato que marca un hito preocupante.

Accidentes con camiones

El primero de los accidentes de tráfico del año tardó en llegar. Enero estaba siendo un mes tranquilo en las carreteras hasta que la tragedia sobrevino en el municipio de Manzaneda. Ocurrió el día 30, a primera hora de la mañana. Un trabajador de una empresa de hormigones se salió de la vía en una curva por el lado contrario al de la marcha y, tras derribar el quitamientos, el camión que conducía cayó por un terraplén de unos seis metros de altura, quedando volcado sobre el lado derecho. El chófer, sexagenario, murió antes de que llegaran los equipos de salvamento.

Apenas dos semanas después se produjo uno de los siniestros más graves del año y en el que también estuvo implicado un camión. Fue en Ponte Noalla (San Cibrao das Viñas). El conductor de un tráiler, posiblemente tras reventar una de las ruedas, se salió de su carril y colisionó contra dos coches que viajaban en sentido contrario. El conductor del primero de ellos murió, quedando herido muy grave el automovilista que viajaba en el otro turismo.

Otro de los siniestros más trágicos se registró el 25 de mayo en Vilamartín de Valdeorras y también en este caso tuvo como protagonista a un vehículo articulado. En este caso el camión volcó y atrapó bajo sus hierros a un turismo, falleciendo tanto el conductor del vehículo de gran tonelaje como la mujer que conducía el utilitario.

A partir de ahí los datos fueron de mal en peor. Hasta el 15 de diciembre se habían contabilizado 20 víctimas y 89 heridos graves, pero quedaba por delante un cierre del año inesperadamente trágico. En dos semanas murieron cuatro personas en diversos puntos de la red viaria ourensana. El último siniestro tuvo lugar el 27 de diciembre en Petín y lo protagonizó un motorista. Iba a bordo de una Honda cuando se salió de la vía por el margen izquierdo y colisionó contra el muro de una vivienda. Según ha trascendido, llevaba el casco puesto, aunque se cree que no estaba bien abrochado.

Más presencia de alcohol al volante y víctimas desde los 33 hasta los 91 años de edad

En la provincia de Ourense no hay puntos que registren una preocupante concentración de siniestros viales. Tampoco en los accidentes registrados el año pasado se advierten patrones que lleven a sacar conclusiones, pero si algo destacan las autoridades es la mayor presencia de alcohol y el retroceso en el uso del cinturón de seguridad. Es, aseguran, una especie de vuelta al pasado, a los años en los que la concienciación de los automovilistas era menor que la que debería haber hoy en día. De hecho, este año se detectó exceso de bebida en al menos tres accidentes mortales, y no siempre quien había infringido la ley fue la víctima que se llevó la peor parte. Fue el caso del choque registrado en julio en Espadanedo, cuando un automovilista ebrio se salió de su carril e impactó contra el coche de una conductora de 61 años, que murió. Además, en uno de los siniestros mortales del mes de diciembre se detectó que los dos ocupantes del coche involucrado no llevaban puesto el cinturón. Uno de ellos murió.

En cuanto a las edades, tampoco hay patrones. Las víctimas de las carreteras ourensanas tenían desde 33 hasta 91 años, aunque sí hubo varios pasajeros de edad avanzada que murieron en colisiones.

Más de seiscientas víctimas

Los registros históricos dejan constancia de un terrible balance que se ha cobrado, desde el inicio del siglo XX, la vida de 667 personas en la provincia. Han sido muchas tragedias personales y familiares a las que se debe sumar, necesariamente, el balance de heridos graves. En estos 23 años han sido más de 2.900 los damnificados en siniestros viales.