Skywalker Sánchez contra la galaxia digital

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

Iñaki Berasaluce | EUROPAPRESS

25 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La antigua Twitter, ahora con el críptico nombre de X, languidecía tras su compra por Elon Musk hace año y medio. A finales de marzo se estimaba que había perdido el 90 % de su valor, los ingresos por publicidad habían caído a la mitad, el tráfico había descendido un 10 % y se habían ido el 25 % de los usuarios de la red social. Pero en esto llega Pedro Sánchez e insufla nueva vida a la plataforma digital al anunciar a través de ella que está meditando si le «merece la pena» seguir como presidente del Gobierno «o renunciar a este alto honor». La carta no tiene desperdicio: fíjense que todo lo plantea en función de su interés personal, no del de España, el país al que en teoría se debe. Lo de «nunca he tenido apego al cargo» ya es la guinda, si fuera una sitcom pondrían risas enlatadas a continuación. El lunes se verá...

En eso de utilizar X como altavoz oficial se parece a Donald Trump, a pesar de que Sánchez seguro que se considera en las antípodas del anterior inquilino de la Casa Blanca. Trump gobernaba a golpe de tuit y su homólogo de la Moncloa confía su comunicación más importante en seis años y cuatro legislaturas a la red social. Sabíamos que no le gustan los medios de comunicación tradicionales: el Gobierno aprobó en el 2020 un plan contra las fake news que incluía monitorizar las informaciones; el vicepresidente Pablo Iglesias sugirió después regular los medios sometiéndolos a concurso público, y el ministro Bolaños propuso en octubre pasado impulsar una «alfabetización mediática» de los españoles. En su despechada misiva de ayer, Skywalker Sánchez carga contra la «galaxia digital ultraderechista», una «constelación de cabeceras», «medios de marcada orientación derechista». ¿Dónde queda la libertad de prensa? ¿Y la independencia de la Justicia cuando denuncia la «judicialización» del caso de su mujer, como si tuviera inmunidad diplomática?

Sánchez se coge cinco días por la cara —pagados por todos nosotros— para reflexionar y para que los españoles hagamos también mil cábalas sobre su futuro. Porque todo gira en torno a él, no hay más problemas en este país. ¿Qué chiste haría Broncano sobre todo esto? Pase lo que pase, él es el único que puede decir que lo tiene todo «atado y bien atado».