El PSdeG-PSOE tiene fecha para celebrar su congreso extraordinario, será el próximo domingo, día 28. El objetivo explicitado es dar carpetazo final a la acción política autonómica que, en los últimos años, ha provocado los actuales resultados electorales al Parlamento de Galicia, sustituir al secretario general e iniciar un nuevo proyecto ilusionante, integrador, moderno, que recoja lo mejor de nuestro capital humano e ideológico, que es mucho, y que incorpore nuevas ideas y dirigentes.
Renovar la ejecutiva y hacerlo con un líder que establezca un nuevo rumbo y que impulse una dirección nueva, eficaz y que a la vez presente un proyecto acorde a las necesidades y características de la Galicia del segundo cuarto de este siglo XXI no será tarea fácil, a la vista de anteriores experiencias, pero para conseguirlo se ha convocado el congreso extraordinario y Jose Ramón Gómez Besteiro ha dado un paso al frente para liderarlo.
La Galicia a la que tenemos que dar respuesta es una Galicia dual, cada vez más urbana pero necesitada de la integración territorial para fijar población (con todos los servicios) en el territorio; más envejecida pero con jóvenes y sectores sociales llenos de gran dinamismo, más digitales y tecnológicos; con un sector primario emergente gracias al rejuvenecimiento de su actores, pero precisado de valor añadido e industrias que aseguren el retorno económico de nuestras materias primas; con lengua e historia propias, inmersa en una globalización sin más fronteras que las del conocimiento, que necesita de un proyecto socialdemócrata sólido, solvente, solidario, redistributivo. Y nuevas caras que lo refrenden, que lo representen. Un gran proyecto de país para dar fin a la resignación, el clientelismo, la confrontación y la inercia en la que sustenta el PP su gestión en Galicia.
Por eso no es un congreso cualquiera, y no solo por lo de extraordinario. Es un congreso donde el próximo secretario general tendrá que dirimir entre opciones que definan el nuevo proyecto socialdemócrata de país, y que sea reconocido por la sociedad como útil para gestionar nuestra comunidad autónoma. Seguro que será complejo, pero lo conseguiremos.
Puede ser que a algunos les interese optar por la técnica lampedusiana de cambiar todo para que todo siga igual, obviando que sería entrar en una senda de inexorable minoría. Pero, como estoy seguro que el próximo secretario general Gómez Besteiro está en otra onda y que su objetivo es resetear a una gran organización, a un partido que es pilar básico de la política gallega, tengo el convencimiento que su camino será propiciar un Godesberg gallego, como en su momento hizo nuestro partido hermano alemán en su histórica cita en la ciudad de Bad Godesberg, donde se dio paso a una nueva forma de implementar la socialdemocracia en la sociedad, se modernizaron los postulados ideológicos y se ampliaron las capas sociales que permitieron convertir a la socialdemocracia en un referente y en opción mayoritaria en la sociedad en toda Europa.