Ayuno intermitente y enfermedad cardiovascular: ¿aliado o enemigo?

Cristina Tejera Pérez EN LÍNEA

OPINIÓN

MABEL RODRÍGUEZ

28 mar 2024 . Actualizado a las 13:08 h.

La ciencia de la nutrición ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, si bien ya desde tiempos de Hipócrates era conocido el papel de la alimentación para prevenir y tratar enfermedades. El ayuno intermitente ha demostrado, en ensayos clínicos aleatorios, prevenir enfermedades metabólicas, cardiovasculares y mejorar la composición corporal, siempre y cuando se acompañe de restricción calórica y la ingesta sea saludable, en perfiles concretos de personas. Estos últimos días se ha puesto el grito en el cielo por un trabajo presentado como póster en una reunión de la Sociedad Americana de Cardiología. Concluye, tras analizar datos de 20.078 personas residentes en Estados Unidos, que comer en un intervalo inferior a 8 horas se asocia con un 91 % de mayor riesgo de mortalidad cardiovascular, frente a comer cada 12-16 horas. 

Sin embargo, quedarse en el titular es un análisis simplista. Primero, se trata de un estudio observacional, no un ensayo clínico, que sirve para generar hipótesis.

Segundo, correlación no implica causalidad. En verano hay más quemaduras solares y se venden más helados, pero consumir helados no causa las quemaduras.

Tercero, la información que ofrece es limitada, el trabajo completo no se ha publicado en ninguna revista científica tras haber superado un proceso de revisión.

Cuarto, este análisis se hizo a partir de dos registros de ingesta de 24 horas, autorreportados. No se detallan otros aspectos relevantes como densidad y calidad nutricional, día de la semana, patrón habitual de ingesta, turnos de trabajo, ejercicio físico, etcétera.

Quinto, aunque se mencionan datos como tabaquismo (18 %), enfermedad cardiovascular (8 %), cáncer (11 %) o índice de masa corporal, falta desgranar la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular o tipo de cáncer.

Sexto, no se ha hecho un análisis por edad, ya que con los años aumenta el riesgo cardiovascular y de cáncer.

Finalmente, no podemos obviar el hecho que no es lo mismo una persona que vive en Wisconsin que una persona que vive en Ferrol, los hábitos nutricionales varían. Nunca se había armado tanto revuelo por un póster en un congreso. Para poder hacer sentencias categóricas es necesario tener evidencia de calidad. A día de hoy estamos en condiciones de afirmar que el ayuno intermitente puede ser útil a determinados perfiles de personas y les puede ayudar a conseguir objetivos de mejora de composición corporal y salud metabólica. Sin embargo, puede ser deletéreo si se emplea como café para todos.