La marca de lujo del grupo Toyota lanza su modelo más compacto y accesible. Con un motor híbrido autorrecargable y un diseño atractivo, se comporta de forma excelente en carretera y consume muy poco.
01 may 2024 . Actualizado a las 21:14 h.El LBX se sitúa como la puerta de entrada a la marca premium japonesa, por debajo del SUV UX tanto en dimensiones —mide 4,19 metros de largo— como en precio —parte de unos 5.000 euros menos—. Como ya es tradicional en Lexus, el diseño es uno de los puntos fuertes, con un exterior juvenil y dinámico: la línea lateral de la carrocería muy alta, la gran parrilla frontal, una nuevo diseño de las luces de día led (con la vuelta del bumerán hacia arriba) y el nombre del fabricante rematando el portón le dan empaque y personalidad.
El interior mantiene estas buenas sensaciones, con un salpicadero que envuelve a los ocupantes delanteros, que sin embargo disfrutan de una butacas amplias y cómodas. La visibilidad es buena tanto por los retrovisores como por la luneta trasera, y el diseño de la consola central es muy acertado. La pantalla táctil de 9,8 pulgadas dispuesta en ángulo de 45 grados es muy accesible y se acompaña de unos mandos físicos para el climatizador. Junto a la palanca de selección de marcha hay botones para activar los modos Eco y EV (cien por cien eléctrico), y además de una guantera central con tapa tenemos un hueco debajo para dejar objetos y una bandeja de carga inalámbrica.
Los materiales utilizados son de calidad y combinan diferentes texturas y tonos, pero con un denominador común en la versión Elegant que hemos probado: no hay ninguna piel de origen animal, sino lo que ahora se denomina «cuero vegano» o sintético. Si queremos una tapicería de piel semianilina o volante de cuero tenemos que irnos al acabado Relax.
Un detalle singular del LBX es que la apertura de las puertas desde dentro es electrónica, con un tirador que hay que pulsar para desbloquearlas antes de empujarlas hacia afuera. Por si acaso, también se pueden abrir al modo tradicional.
Los pasajeros de atrás van ligeramente elevados y no tienen demasiado espacio para las piernas, aunque tampoco se puede decir que sean plazas incómodas. En cuanto al maletero, tiene una capacidad de 332 litros, está excelentemente terminado y el portón es eléctrico.
Motorización única
El Lexus LBX está disponible con una única motorización híbrida que combina un gasolina de tres cilindros y 91 caballos y un eléctrico de 94 CV. La potencia total es de 136 CV y permite acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos. La tracción es delantera y hay versiones 4x4 que añaden un segundo motor eléctrico en el eje trasero, pero la potencia final es la misma y son ligeramente más lentas (9,6 segundos): ello se debe a que el peso aumenta en unos 85 kilos.
El coche circula con mucho aplomo en curva y sorprende por unas recuperaciones brillantes, lo que permite hacer adelantamientos con seguridad. A esto contribuye la batería de níquel e hidruro metálico bipolar, una tecnología patentada por Toyota que reduce el tamaño y peso de este elemento, además de eliminar buena parte de los circuitos de conexión entre celdas. Se recarga con facilidad con las frenadas y deceleraciones —en nuestros recorridos de prueba, por ciudad, carretera y autopista, no nos quedamos sin capacidad en ningún momento— y ayuda a conseguir consumos de 4,5 litros a los 100 km de media.
Un dato interesante es la altura de la carrocería al suelo, de 22 centímetros, que hace que este SUV compacto, aunque no sea un todoterreno, pueda transitar por zonas no asfaltadas sin miedo a rozar los bajos.
Como es habitual en los híbridos autorrecargables o estándar, el modo cien por cien eléctrico se desactiva cuando superamos los 50 km/h. El motor de gasolina se revoluciona bastante cuando pisamos a fondo, aunque el sonido tiene un punto deportivo que puede agradar a muchas personas.
En cuanto al equipamiento de nuestra unidad de prueba, incluía de serie llantas de 18 pulgadas, faros bi-led, control de crucero adaptativo, climatizador de dos zonas y asientos delanteros calefactables El pack Elegant+ (2.000 euros) añade alerta de fatiga del conductor, ayuda de aparcamiento delantero y trasero, detector de vehículos en ángulo muerto y cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, entre otros elementos. Parte de 37.800 euros y las versiones Cool (desde 43.200 euros) llevan el techo de la carrocería pintado en negro.
La batería se recarga con facilidad y ello ayuda a conseguir un consumo de 4,5 L/100 km