La concesionaria de la AP-9 se lleva 10 euros limpios por cada vehículo que pasa por sus peajes

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Retenciones en el peaje de Macenda de la AP-9, en Abegondo
Retenciones en el peaje de Macenda de la AP-9, en Abegondo CÉSAR QUIAN

Audasa alcanza un beneficio récord de 82 millones de euros, de los que 70 se irán para sus accionistas, fondos de inversión extranjeros

28 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La autopista que cruza Galicia de norte a sur es la vía alrededor de la cual pivota una gran mayoría de la economía y de la población de la comunidad. Y precisamente por ello, por su importancia estratégica como paso obligado, es una fabulosa máquina de generar beneficios para su empresa concesionaria, Audasa, perteneciente al grupo Itínere. La sociedad gestora facturó el año pasado por la AP-9 una cifra récord: 192,5 millones de euros, un 12 % más que un año antes. Todo ese dinero tuvo una única fuente: las cabinas de peajes, que seguirán ahí hasta el año 2048, salvo que decida otra cosa la Unión Europea, donde hay un procedimiento abierto. Se incluyen en esos datos las compensaciones que le paga el Ministerio de Transportes desde hace tres años por los viajes de vuelta en el mismo día, que son gratuitos para los usuarios con telepeaje; se le inyectaron así unos 36 millones.

Los 192 millones de volumen de negocio convertirían a Audasa —si fuera una empresa de capital gallego— en una de las cincuenta mayores compañías de la comunidad. Y, si se atiende a la rentabilidad que le saca al negocio, en la primera. Porque esos 192 millones de euros se convierten en 82,5 de beneficio neto, descontados ya pagos de nóminas, proveedores, mantenimiento o nuevas inversiones. Es decir, convierte en ganancias 4 de cada 10 euros que factura. Ayuda en eso la notable subida de precios año tras año.

Las ganancias netas del 2023, un 25 % superiores a las del 2022, irán casi en su totalidad a los accionistas del grupo. La firma ha confirmado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que 71 millones son para dividendos a los dueños, que no son otros que grupos extranjeros, como fondos de pensiones de los Países Bajos, Canadá o el Reino Unido, que operan a través de firmas como Globalvía, Corsair o APG.

Hay una cifra que refleja bien el impacto que tiene en los conductores este rendimiento que saca Audasa. Por la autopista gallega pasaron a diario 22.697 pagando —hay otros tres mil que usan tramos gratuitos—, lo que supone un total de 8,2 millones de desplazamientos en un año. Al dividir el beneficio neto (los 82 millones) entre este dato implica que cada conductor que pasa por las cabinas de peaje deja, de media, 10 euros de ganancia neta para Audasa. Un año antes, esa misma operación le reportaba 8,3.

En esas cabinas de peajes, lo excepcional es encontrarse ahora personal, porque la práctica totalidad de usuarios pasan por el autopago. Las cifras de empleo de Audasa recogen que en la actualidad emplea a 234 personas, una más que en el 2022.

En su informe publicado en la CNMV, la concesionaria recoge que tiene abiertos varios procedimientos judiciales contra el Estado y contra el Gobierno gallego por diferencias con el pago de peajes en la sombra en A Barcala y Rande. Pide al Ministerio 6,3 millones de euros, y a la Xunta, más de 24 por varias anualidades. Esos procedimientos están pendientes aún de resoluciones del Tribunal Supremo, si bien el Ejecutivo gallego ha ido ganando esas pugnas.

Además de esas pugnas contra la Administración, Audasa mantiene otros pleitos con la Fiscalía por abuso en el cobro durante las obras de Rande, y con una constructora por obras de ampliación.