Las diez cosas que no sabías del «Quijote»

FUGAS

MABEL RODRÍGUEZ

Te desvelamos los aspectos más desconocidos de la novela más importante de la historia. Es nuestro homenaje al gran maestro Cervantes

20 abr 2024 . Actualizado a las 22:37 h.

Hace más de 20 años, Santiago Fernández Mosquera, catedrático de Literatura Española de la USC evaluaba a sus alumnos con un examen oral del Quijote. Sacaba un papelito con el número del capítulo —de la primera y segunda parte— y los alumnos tenían que cantar y contar lo que allí había escrito el gran maestro de la literatura española y universal: «Ahora eso ya no se puede hacer, los alumnos protestarían ante tal nivel de dificultad», confiesa irónico y bromista este experto en las obras de Cervantes, Lope de Vega y Calderón de la Barca. Pero mientras el profesor y la exalumna recuerdan viejos tiempos en la conversación, va desgranando los aspectos más desconocidos de la novela más importante de la historia: «Al menos para mí, sí lo es», dice este experto con conocimiento de causa. Así comienza esta clase magistral.

1. «En un lugar de La Mancha...»

¿Se sabe cuál es el lugar exacto desde el que Alonso Quijano salió para ser armado caballero? No con exactitud. «Primero, el término ‘lugar' tiene el sentido de ‘aldea pequeña' en el libro», dice. «Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, compite por ser el lugar del que partió. Pero también todos estos pueblos que están en el Campo de Montiel. No se puede demostrar, porque la ventaja que tiene el Quijote es que es ficción. No hay que andar buscando referencias exactas porque Cervantes, como todos los novelistas, se inventa cosas. Don Quijote es un ser de papel», añade.

2. La segunda parte y una secuela apócrifa

«Avellaneda escribió una segunda parte que continuó la de Cervantes en 1605 aprovechando el tirón popular y comercial que tenía el Quijote. Por eso, Cervantes se apuró a escribir la segunda parte en 1615», dice Mosquera. «Tampoco se sabe muy bien quién era Avellaneda. Hay distintas teorías sobre si es un autor u otro, pero tampoco importa mucho», añade.

3. Un éxito en Europa, más que en España

«En los primeros años del siglo XVII la lectura no era un fenómeno de masas como lo entendemos hoy. Pero el Quijote se reeditó muchas veces y se hicieron traducciones inmediatas a otras lenguas, que es un hecho muy llamativo. La primera edición al inglés, que es la primera traducción que se hace, la empezó Thomas Shelton en 1607, dos años después de la publicación de la primera parte. Y así con otras traducciones. Eso demuestra el gran éxito que tuvo no solo en España, sino en toda Europa», comenta Mosquera. Y prosigue: «Precisamente, donde menos éxito tuvo históricamente fue en España. Es curioso. Porque después del Quijote apenas hubo novelas de su tipo. Y, sin embargo, en la prosa inglesa del siglo XVIII son todos cervantinos. Incluso después, hasta Dickens y muchos más».

4. La reflexión sobre la vida

¿Pero por qué tuvo tanto éxito? El profesor lo tiene claro: «Por primera vez se daba una visión moderna del mundo. El Quijote nace como una crítica a los libros de caballerías, creando a un personaje que se enloquece por su lectura. Pero, a partir de esa anécdota, crea una reflexión sobre la vida y el ser humano, que enfrenta la realidad y el deseo, que decía Cernuda. Esa reflexión de que ‘yo quiero que la vida sea así y, sin embargo, la realidad cotidiana me está diciendo que no', que son molinos y no gigantes, que son ovejas y no ejércitos... Y esa confrontación entre la vida real y la imagen que uno tiene de esa vida es lo que la convierte en una novela moderna».

5. La importancia de los diálogos

«Crea distintas voces en la novela. Y eso provoca que haya un distanciamiento entre el escritor y sus personajes. Le da una perspectiva diferente. Lo hace más objetivo, le permite distintos puntos de vista... es un hallazgo muy cervantino, que después se copió constantemente», explica Mosquera. Y la creación del álter ego de Sancho, «que va contrapunteando las reacciones de don Quijote». Otra característica son los diálogos: «Cómo hablan don Quijote y Sancho. Es la primera vez en que el diálogo entre dos personajes de distinto nivel tiene un protagonismo tan llamativo».

6. Las críticas de la época

Una de las críticas que le hicieron a Cervantes sus contemporáneos fue que incluía historias que no tenían que ver con la historia original de la primera parte, «como la de El curioso impertinente». «Entonces, por hacer que el protagonismo recaiga en don Quijote y en Sancho, y en los narradores, Cervantes se inventa un autor moro, que es Cide Hamete Benengueli, que es un truco. Hay una historia de la vida de don Quijote y Sancho, y hay una historia de cómo se hace la novela», añade.

7. Errores en la primera edición

Es verdad que en la primera edición del Quijote había algunos errores, pero, como explica el estudioso cervantino, eran «muy de detalle». «Que aparezca el burro y después desaparezca, que vacile el nombre del algún personaje... Hubo gente que le echó en cara esos errores, pero pasaron inadvertidos. Y él los corrigió», dice.

8. Antihéroes

Todos los héroes de obras anteriores eran personajes admirables, «con la excepción de la novela picaresca y del Lazarillo». «Don Quijote es un hombre un poco decrépito, que en vez de ir con una armadura brillante, lleva unos cartones y la palangana de un barbero. Es un héroe ridículo. Y sin embargo, ese héroe ridículo es el que nos pone un espejo ante la vida. Esa es la modernidad», dice.

9. ¿Lo escribió en la cárcel?

No se sabe muy bien. «Escribir el Quijote no es algo improvisado. Le tuvo que llevar bastante tiempo. La obra ya estaba finalizada en 1604, aunque la fecha de edición sea de 1605. Yo creo que escribió donde pudo. Eso de escribir en la cárcel normalmente es un tópico, no se sabe exactamente», dice.

10. No hubo ganancia económica

«Cervantes conoció en vida el éxito de su obra, lo que no conoció fue la ganancia en términos económicos. Sabía que se estaban haciendo reediciones, y muchas de ellas piratas, copias ilegales. Eso significa que tenía éxito. Sus enemigos también lo sabían. Todo el mundo lo sabía. Por ejemplo, ya aparecen referencias al Quijote en las comedias de Calderón. Eso significa que ya era un personaje popular y que la novela ya era conocida por todos. Aunque no todos la hubiesen leído. Como pasa hoy en día», dice este experto cervantino. Pero ni él se enriqueció con la obra ni ninguno de sus descendientes: «La mejor riqueza es la fama que Cervantes tiene para toda la vida. Ese fue el mejor tesoro. Él, que siempre tuvo deseos de ser un escritor reconocido, tenía mucha animadversión a Lope de Vega, porque era el típico hombre de éxito total. Escribía teatro y ganaba dinero con lo que escribía y todo el mundo lo conocía. Y a Cervantes apenas nadie lo conoció hasta el final de su vida. Él escribió obras de teatro que nadie representó. Era un hombre bastante frustrado. Si levantara la cabeza, estaría bastante contento de su éxito. Al final de su vida ya se dio cuenta de que había triunfado con el Quijote».