Vuelven a detener a la vecina de Ferrol que lleva 58 años conduciendo sin carné

FERROL CIUDAD

Josefa Fernández Bouza, en una foto de archivo en el salón de su casa, en Ferrol.
Josefa Fernández Bouza, en una foto de archivo en el salón de su casa, en Ferrol. CESAR TOIMIL

La Guardia Civil la interceptó intentando dar marcha atrás a raíz de que otro conductor la avisase de que circulaba en sentido contrario

22 jun 2022 . Actualizado a las 23:25 h.

En un juicio rápido celebrado en Ferrol la semana pasada, María Josefa Fernández Bouza, conocida como Marisol, ha sido condenada a 30 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito contra la seguridad vial. Normalmente estas penas van aparejadas de la privación del derecho a conducir por un determinado período de tiempo e implican la retirada del carné, pero en este caso no se ha podido porque no lo tiene, aunque ella sostiene que se examinó y lo aprobó en Ourense en el año 1963.  

El nuevo incidente en el que se vio inmersa esta vecina de Ferrol, que en días cumplirá 80 años, ocurrió unas jornadas antes del juicio. Según explica la propia afectada, se ofreció a sacar de paseo a una vecina que no está bien de salud. «Fuimos a Maniños (Fene) a casa de mi hermano y me comentó que un tío nuestro que vive en Ares estaba malito, por lo que decidí hacerle una visita también. Cuando iba conduciendo llegamos a una rotonda que no tenía señalización ninguna y cogí hacia la derecha, creyendo que por allí se iba a Ares, y un conductor que venía de frente me avisó de que iba circulando en dirección contraria, por lo que metí la marcha atrás y entonces apareció la Guardia Civil», manifestó Marisol a este periódico. Y continuó su relato de lo ocurrido indicando que los guardias le pidieron la documentación, «y tenía todo en orden: la documentación del coche, la ITV y el seguro, pero el carné les dije que no lo llevaba». Como en las bases de datos consta que no lo tiene, porque ya no era la primera vez que se veía en una situación de este tipo, la Guardia Civil procedió a su detención y la trasladó al cuartel de Fene, donde se le informó del delito contra la seguridad vial que se iba a imputar.

El coche se lo recogió su hermano y Marisol lo sigue teniendo en el garaje de su casa en Ferrol, con la intención de volver a utilizarlo «cuando lo necesite». Y es que esta mujer insiste en que seguirá conduciendo, porque dice encontrarse en perfectas condiciones para hacerlo, «porque tengo los cinco sentidos y uno de sobras y el carné lo aprobé en 1963».

Marisol explica que vivió en Córdoba durante 17 años pero que venía a Galicia muy a menudo para ver a su hijo, a quien cuidaba una tía de ella, por lo que cruzó España centenares de veces y nunca tuvo ningún accidente. Los percances comenzaron a producirse hace cinco años, por un rayazo al coche de un vecino que la denunció. La condenaron a 32 días de trabajos en beneficio de la comunidad y ahí fue cuando se descubrió que no tenía carné, por lo que su coche fue trasladado al depósito de vehículos de la Policía Local de Ferrol. Y allí continúa, porque se niega a pagar los 500 euros que le reclaman por la estancia, pero ella sigue empeñada en conducir, por lo que se compró otro, con el que llegó otro nuevo incidente. Según indica la afectada, le había prestado el vehículo a un vecino que lo dejó bastante separado de la acera y el 10 de septiembre del 2020 recibió una llamada en la que le decían que su coche estorbaba a otro, por lo que bajó a la calle para moverlo. «Bajé en bata y zapatillas, y cuando estaba dentro de mi coche apareció un coche de la Policía Local por un lado de la calle y otro por el otro, me dijeron que bajara y yo les dije que no, me agarró un policía por cada brazo, me sacaron a la fuerza y me pusieron las esposas por la espalda, como si fuera una delincuente», rememora. Al momento llegó otro furgón policial y se la llevaron detenida. Marisol todavía está a la espera del juicio por supuestos delitos de resistencia grave y desobediencia a agentes de la Policía Local de Ferrol.

Pero Marisol sigue haciendo uso de su coche. De hecho, el pasado 31 de enero lo llevó a la revisión de la ITV y lo utiliza con relativa frecuencia, «porque conduzco como el mejor y soy más precavida que nadie», apunta.