La china Country Garden suspenderá su cotización

Víctor Escribano SHANGHÁI / EFE

ECONOMÍA

Xihao Jiang | REUTERS

La crisis golpea a la segunda inmobiliaria de China, Vanke, cuyo beneficio cae un 46%

28 mar 2024 . Actualizado a las 16:41 h.

El endeudado gigante inmobiliario chino Country Garden anunció este jueves que no podrá presentar sus resultados del ejercicio 2023 a tiempo y que, por consiguiente, suspenderá la cotización de sus acciones en la Bolsa de Hong Kong desde el próximo 2 de abril.

La que fuese mayor promotora de China entre el 2017 y el 2022 convocó una reunión de la junta directiva para este jueves, por lo que se esperaba que presentase su cuenta anual de resultados, con los analistas pronosticando que reportaría unas pérdidas equivalentes a unos 6.210 millones de dólares.

En un comunicado remitido hoy a la Bolsa de Hong Kong -donde cotiza-, Country Garden apunta que las actuales cuentas «todavía no han sido acordadas» con su auditor PriceWaterhouseCoopers (PwC), por lo que considera «inapropiado» divulgarlas antes de superar esa revisión, que podría implicar cambios.

Así, la compañía, que no marca fechas para la publicación de sus cuentas, asegura que necesita «recabar más información» para llevar a cabo «estimaciones y juicios apropiados» en términos de contabilidad que «reflejen de forma razonable» los «cambios» en el sector inmobiliario.

La promotora también achaca la decisión a su necesidad de contar con «más tiempo para recabar la información pertinente para evaluar de forma cuidadosa sus recursos financieros y obligaciones presentes y futuras», una cuestión en la que trabaja junto a «asesores» y «diversos acreedores».

Mensaje de normalidad

Las reglas de la Bolsa de Hong Kong sitúan el 31 de marzo como límite para la presentación de los resultados anuales y dan la potestad al operador para reclamar la suspensión de la cotización de aquellas compañías que no los divulguen a tiempo.

Además, Country Garden también indicó que la publicación de su memoria anual, que debe producirse antes del 30 de abril, sufrirá retrasos igualmente.

En cualquier caso, la compañía asegura que la congelación de sus acciones «no tendrá un impacto material en sus operaciones».

«Actualmente, las tareas de entrega de viviendas y de reestructuración de la deuda extraterritorial de la compañía siguen un proceso normal y las labores pertinentes cuentan con el apoyo firme de partes implicadas como gobiernos locales o acreedores extranjeros», agrega el documento.

Su filial de gestión inmobiliaria, Country Garden Services, sí publicó ayer sus resultados anuales, que reflejaron una caída del 85% en sus beneficios.

Country Garden incurrió en octubre en el impago de sus bonos extraterritoriales y se encuentra negociando una reestructuración de su deuda, aunque algunos medios locales apuntaron este mismo mes que la compañía habría incumplido por primera vez con sus bonistas chinos, a los que, hasta el momento, había respetado en todos sus pagos, denominados en yuanes.

Piden su liquidación

A finales de febrero, un acreedor de Country Garden presentó una petición de liquidación ante la Justicia hongkonesa abriendo un proceso cuya primera vista está fijada para el 17 de mayo, aunque la promotora aseguró que la cantidad adeudada al demandante (unos 204 millones de dólares) es «una proporción muy pequeña» de su pasivo extraterritorial y no afectará a sus operaciones ni a las negociaciones de reestructuración.

Un mes antes, la Justicia hongkonesa había ordenado la liquidación de otro de los grandes nombres de la crisis inmobiliaria china, Evergrande, en favor de sus acreedores extranjeros, un dictamen que abrió un largo e incierto proceso ante la duda de si será reconocido en la China continental, donde están la mayoría de sus activos.

La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto del 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares.

En los últimos meses, ante la coyuntura, el Gobierno anunció diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, a las que se marcó como prioridad la finalización de los proyectos vendidos sobre plano, asunto que preocupa a Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.

No obstante, el mercado no está respondiendo: las ventas comerciales medidas por área de suelo se desplomaron un 24,3% en el 2022 y otro 8,5% en el 2023, mientras que los precios de la vivienda nueva cayeron en diciembre a su mayor ritmo en casi nueve años.

En el caso de Country Garden, la compañía desveló recientemente que sus ventas registraron en febrero una caída interanual del 85%, el mayor descenso en al menos cinco años y una cifra que sitúa el volumen de ventas en una décima parte de la media mensual registrada en los últimos cuatro ejercicios.

Problemas para Vanke

La segunda mayor promotora inmobiliaria de China, China Vanke, obtuvo en el 2023 un beneficio neto de 12.163 millones de yuanes (1.683 millones de dólares, 1.557 millones de euros), un 46% menos que en el año anterior ante la prolongada crisis en el sector.

En la cuenta de resultados que remitió este jueves a la Bolsa de Hong Kong -donde cotiza-, la compañía informa asimismo de una bajada del 7,56% interanual en su facturación operativa, que se situó en unos 465.739 millones de yuanes (64.434 millones de dólares, 59.604 millones de euros).

«Los beneficios de la compañía se encuentran bajo presión, e indicadores como la capitalización bursátil o la ratio de liquidez frente a deuda a corto plazo están cayendo», indicó la promotora, que ya había indicado que sus ventas se habían reducido un 9,8% interanual en el 2023.

En el documento, la compañía promete reducir su deuda en más de 100.000 millones de yuanes (13.835 millones de dólares, 12.797 millones de euros) a lo largo de los próximos dos años.

Vanke reconoce que «juzgó de manera demasiado optimista algunas inversiones durante el período de rápida expansión» y asegura que «predirá de manera más completa las incertidumbres que puedan surgir en el futuro».

La compañía hizo referencia a las «preocupaciones del mercado» sobre su salud, especialmente desde el último trimestre del 2023, y aseguró que, «bajo circunstancias críticas», recibió un fuerte «apoyo» por parte de las autoridades de la ciudad suroriental de Shenzhen, las cuales controlan al máximo accionista de Vanke.

Hace dos semanas, la agencia Moody's rebajó a rango de «basura» su calificación sobre la deuda de Vanke ante las informaciones que apuntaban a que estaba afrontando problemas de liquidez y las estimaciones de que sus ventas habrían caído un 40% interanual adicional en el primer bimestre de este año.

La calificadora apuntó que Vanke tiene unos 14.000 millones de yuanes (1.937 millones de dólares, 1.792 millones de euros) en bonos extraterritoriales y otros 20.000 millones de yuanes (2.767 millones de dólares, 2.559 millones de euros) en obligaciones en China continental con vencimiento hacia junio del 2025.

La prensa local había advertido recientemente de que el tamaño y la importancia de Vanke dispararía las alarmas entre los inversores en caso de que se enfrentase a problemas financieros, ya que era una de las pocas promotoras estatales que contaba todavía con una calificación crediticia favorable tras el derrumbe de gigantes del sector como EvergrandeCountry Garden ante sus respectivas crisis de deuda.