Álex Álvarez, agente inmobiliario: «Hay miedo entre los propietarios, hay que animarlos a alquilar»

VIVIR A CORUÑA

Álex Álvarez, dueño de la agencia Procesos Inmobiliarios.
Álex Álvarez, dueño de la agencia Procesos Inmobiliarios. ANGEL MANSO

Se estrena al frente de Procesos Inmobiliarios en un mercado de la vivienda, el de A Coruña, cada vez más tensionado

19 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Huele a nuevo todavía en Procesos Inmobiliarios. Alexandre Álvarez se ha animado a emprender en el sector tras años trabajando por cuenta ajena. Lo hace con los nervios propios de cualquier comercio y con la fuerza suficiente para afrontar un sector cada vez más congestionado. 

—¿Por qué se animó a poner en marcha esta inmobiliaria?

—Es recoger un poco el legado de la última empresa a la que pertenecí, Inmochalet, que cerró por el fallecimiento del administrador, Jesús. De alguna manera es tomar ese testigo, que ya es un reto importante, porque es una empresa que llevaba más de veinte años. Es una nueva apuesta, pero que espero que sea para muchos años.

—¿Cómo está de ánimo?

—Pasando por todas las fases, pero bien desde que ya acabamos la reforma, que fue muy compleja; ha pasado absolutamente de todo.

—¿Qué espacio de negocio espera cubrir?

—Vamos a tener dos líneas de negocio. Hay una parte de gestión integral, la parte más inmobiliaria, para personas que confíen en nosotros para vender una propiedad o alquilarla. Filtraremos inquilinos, gestionaremos seguro de impagos... Luego tendremos una parte de procesos a la carta; sobre todo, haciendo la figura de una gestoría inmobiliaria para la liquidación de impuestos, revisión documental, o dar servicios; por ejemplo, si una persona necesita la valoración de un inmueble por un divorcio o una herencia.

—El mercado de la vivienda en A Coruña está muy congestionado. ¿Cómo lo afronta?

—El mercado residencial siempre me ha gustado mucho. Tenemos la certificación CRS —Certified Residential Specialist—, que viene de Estados Unidos. Queremos trabajar bien con el cliente particular, ayudarle a entender que las pretensiones personales no son las mismas que las de mercado, pulir mucho las valoraciones o trabajar con la magia del precio justo, sacando un análisis comparativo de mercado y tratar de dar en la diana. Además, también vamos a incorporar la figura del personal shopper inmobiliario para dar servicio al cliente interesado en comprar, contratar a una persona para la búsqueda de un determinado piso en una zona concreta, supervisión documental, negociación...

—¿Qué soluciones podéis aportar desde el sector inmobiliario?

—Está muy complicado. Tanto en el alquiler como en la venta en A Coruña hay una excesiva demanda y muy poca oferta. En el congreso de Agalin hemos hablado de ello, pero hace falta potenciar por parte de la Administración que se hagan más promociones públicas y salgan al mercado todos esos inmuebles que están parados. Igual los agentes inmobiliarios también tenemos que hacer autocrítica de por qué hay gente que no quiere vender si estamos en máximos de precio del metro cuadrado. No sé si están esperando tiempos mejores, pero la cuestión es que necesitamos más rotación de propiedades.

—¿Cómo dirías que está valorada vuestra profesión?

—Estamos mal valorados. Tiene que ver con la figura del comisionista, y de que es una profesión de la que solo necesitas contactos. Yo sí que estoy orgulloso de tener el certificado CRS. Estamos mal vistos y hay que hacer autocrítica. Pero yo le diría a la gente que no es lo mismo una empresa que está asociada a Agalin y a Expertos Inmobiliarios, que implica una cobertura a nivel de seguros o un interés a nivel empresa de formación y dar el mejor trato al cliente. 

—¿Los propietarios de viviendas tienen miedo a alquilar?

—Sí que existe un factor miedo, que hace que un propietario no quiera alquilar a una familia o individuo que potencialmente pueda ser protegido por su vulnerabilidad. Está bien que la Administración proteja eso, pero lo que no puede ser es que la prueba caiga sobre el propietario. Esto quiere decir que es el propietario el que tiene que hacer todos los trámites necesarios para que Servicios Sociales diga si es vulnerable o no. Este miedo además se magnifica con el de la okupación, pero en nombre propio puedo decir que no es tanto. Existen los inquiokupas, pero creo que en los últimos cinco años en Galicia no han llegado ni a 600 juicios.

—¿Cómo combaten ese miedo?

—Nosotros trabajamos, también en la empresa anterior, con el seguro de protección de impagos, que marca un máximo de un 40% de endeudamiento según el salario de los interesados en alquilar. Sí que hay compañías que trabajan hasta un 30%. Lo que ofrece ese seguro al propietario es un año de rentas cubiertas. No obstante, los casos de inquilinos que no paguen son pocos. Si nosotros solíamos hacer una media de cincuenta alquileres al año, no hemos tenido ningún caso de inquiokupación.

—Entonces, ¿los propietarios pueden hacer cásting y elegir el mejor postor?

—Es triste, porque ha quedado en segundo plano la figura personal y lo que regimos es en criterios puramente económicos. Luego sí que es cierto que la última palabra siempre la va a tener el propietario y se plantea ese cásting con potenciales inquilinos que cobran una determinada cifra y tienen una determinada antigüedad. Lo que sí es cierto es que nosotros nos regimos por un código ético y somos contrarios a cláusulas abusivas, y no podemos poner nada que vaya en contra de la ley. Entonces lo que sí sucede es que un propietario de cierta edad puede tener miedo a alquilar su piso a una familia o a personas que tengan mascotas. Quien tiene mascotas lo pasa realmente mal; estamos hablando de un parque de viviendas inferior al 10% y puedo ser generoso con la cifra.