¿Quién gana la batalla del mejor minicruasán de A Coruña?

VIVIR A CORUÑA

La fiebre por estos dulces es una evidencia. Cada vez son más las confiterías que apuestan por vender un producto que popularizó Manolo Bakes pero, ¿son todos iguales? Hacemos una cata a ciegas con una experta en pastelería para averiguar si hay un claro vencedor

21 feb 2024 . Actualizado a las 16:33 h.

La leyenda tras los manolitos deja una anécdota: nacieron de un error. Hace más de 30 años, los propietarios de Pastelería Manolo, en Colmenar Viejo (Madrid), utilizaron más mantequilla de la que decía la receta. El resultado, un minicruasán que convenció a todos los madrileños y, desde 2018, al resto de España con Manolo Bakes. A  la ciudad herculina llegaron en 2019 y, desde entonces, esta variedad de cruasán se ha ido extendiendo en otras panaderías y confiterías de A Coruña. Rosalía Agra, profesora de pastelería del CEIP Paseo das Pontes, analiza para La Voz las propuestas de Sanbrandan, Amasarte, Núñez, Manolo Bake y Don Croissant. 

1. Los riquiños de Sanbrandan: para los amantes de lo dulce 

  • 0,53 euros la unidad en los pack de seis. Peso: 33 gramos.

Los riquiños, la apuesta más gallega del listado, destacan por su aspecto brillante. «Seguramente tenga almíbar por encima», dice Rosalía. La disolución de azúcar y agua es la clave el sabor y del carácter húmedo de su interior. Sobre el chocolate, la profesora destaca su amargor y su regusto final: «Sabe bastante a chocolate», afirma. La conclusión es que está opción es la adecuada para los más golosos. «Es en el que se nota más dulzor», dice.   

2. Amasarte: ideal para los más golosos del chocolate 

  • 0,45 euros la unidad. Peso: 26 gramos. 

Amasarte se ha montado un imperio en los últimos años, y es una de las cadenas que más fieles acumula en sus locales de avenida Fisterra, Cuatro Caminos y avenida de Oza. Este minicruasán de chocolate pesa 26 gramos y la cantidad de chocolate que lleva es contundente y, además, Agra valora que brilla especialmente, lo que lo convierte en un ejemplar de lo más atractivo. El pero que le pone esta experta es que se percibe mucho el sabor a mantequilla, por lo que pueden resultar algo pesados si se comen varios. Además, el chocolate es el más dulce de la cata, así que es ideal para los más golosos.

MARCOS MÍGUEZ

3. Núñez: el sabor más tradicional

  • 0,41 euros la unidad, pero van al peso. Peso: 27 gramos.

Aunque Manolo Bakes llegó a A Coruña en el 2019, desatando todo tipo de pasiones por los minicruasanes, en una pequeña confitería del Centro Comercial Cuatro Caminos llevaban años dispensándolos. Los de Núñez tienen un aspecto compacto y brillante «porque probablemente estén pintados con huevo», supone Agra. El chocolate de este dulce de 27 gramos es el más claro de la selección, lo que hace intuir que se trata de chocolate con leche. «Este minicruasán me parece más seco que otros que estoy probando, pero esto también hace que tenga un sabor más tradicional y marcado. Es crujiente y es dulce en su justa medida». Por otro lado, Agra valora que la cobertura de cacao no es especialmente dulce ni excesiva, por lo que aquellos que se empalagan en nada, tienen en esta variedad su mejor opción.

4. Los manolitos de Manolo Bakes: lo más equilibrados 

  • 0,85 euros la unidad. Peso: 31,80 gramos. 

Lo primero que llama la atención de Rosalía es el color del chocolate: «Es intenso, tiene brillo, está bien atemperado». También destaca que el formado de la pieza es adecuado. Una vez cortado, el interior también sobresale por su color amarillo, que da la mantequilla. En boca es el que tiene «el sabor más intenso, no se nota excesiva cantidad de azúcar y deja un regusto que puede recordar a la mantequilla». Sobre el chocolate, recalca su amargor y que no están muy dulce. «Es una pieza equilibrada», concluye. 

5. Don Croissant: «Su chocolate me recuerda al de Bonilla»

  • 0,53 euros la unidad. Peso: 22 gramos. 

El minicruasán de esta confitería de la calle de la Franja tiene, para Rosalía Agra, la mejor apariencia. Con 22 gramos, es el más diminuto de la cata y su tostado le aporta, según la experta, «toques amargos que son para gustos». Así las cosas, se convierte en el más crujiente de los cinco que se están valorando y quizás le falte un punto de cocción para hacerlo más mullidito. De hecho, «es más hojaldrado de lo habitual». Para Agra su mayor virtud está en el chocolate, pues directamente le traslada a la infancia. «Me recuerda a esas chocolaterías de toda la vida, de hecho el chocolate podría ser perfectamente de Bonilla a la vista», indica Agra.