Ricardo Iglesias, gerente de Aspace Coruña: «La tecnología abre un nuevo mundo para las personas con discapacidad»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Ricardo Iglesias Sanmartín, gerente de Aspace Coruña, junto al grupo que ha sacado adelante el canal de YouTube
Ricardo Iglesias Sanmartín, gerente de Aspace Coruña, junto al grupo que ha sacado adelante el canal de YouTube MIGUEL MIRAMONTES

El canal de YouTube DiversAspace está nominado a los Premios Romper Barreras

19 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo de Aspace, la asociación que lleva décadas prestando en A Coruña atención a las personas con parálisis cerebral, es un no parar. No contentos con hacer historia poniendo en marcha hace ya años una radio con los usuarios de sus centros, ahora han dado el salto al mundo de las nuevas tecnologías con un canal de YouTube llamado DiversAspace, que los convertirá en influencers. Esta iniciativa opta ahora a los Premios Romper Barreras, que promueven el uso de tecnología para conseguir autonomía en personas con discapacidad. Y para llevarse este galardón necesitan de los votos de todos, según explica el gerente de Aspace Coruña, Ricardo Iglesias Sanmartín (A Coruña, 1970): «Es complicado. Hay otras entidades estatales muy grandes, con mucha capacidad. Por eso necesitamos la colaboración y la ayuda de toda la ciudadanía, que nos voten en la web antes de este viernes 23, a ver si nos llevamos el premio».

—¿Cómo surgió la idea de hacerse youtuberos?

—Fue en marzo del 2021. Aquí estamos siempre innovando, y a un grupo se usuarios, con la tutora, se les ocurrió lo del canal. El objetivo era que nos abriese una puerta al mundo a través de la cual explicar lo que hacemos aquí, qué es la parálisis cerebral y todas las inquietudes de nuestros usuarios. Hoy en día si no estás en las redes, no existes. Y esta era una buena manera de explicarle al mundo cómo es su día a día. Con las nuevas tecnologías son capaces de casi todo.

—¿Qué cuentan en esos vídeos?

—Llevamos siete vídeos emitidos. Y han colgado cómo son, qué les preocupa, los problemas que tienen a la hora de salir, sobre todo en temas de accesibilidad. Son vídeos que no son muy largos, y merecen mucho la pena. Puede que yo no sea muy objetivo, pero a mí me encantan. Y animo a todo el mundo a que les eche un vistazo, no se van a arrepentir y seguro que aprenden algo.

—¿Y la idea ha cuajado entre los usuarios de Aspace?

—Les encanta. La verdad es que son unos entusiastas, cualquier cosa que les propongas se lo toman como un reto y lo aprovechan al máximo. Tienen muchísimas ganas e ideas. Están continuamente encima preguntando cuándo van a hacer otro vídeo y proponiendo temas.

—Ya tenían experiencia en comunicación con La Radio de los Gatos.

—En el 2011 ya ganamos este premio, y gracias a ello montamos la emisora de radio. Al principio emitíamos a través de la megafonía interna del centro, algo muy arcaico. Pero gracias al premio que ganamos pudimos montar la emisora. Y es de las actividades que más gustan a todas las personas que atendemos. Empezamos siendo cuatro y hoy hay 25 del centro de día y de la residencia participando. Tenemos que hacer turnos, porque no caben todos. En febrero hicimos doce años, con casi 490 programas emitidos.

—Por muchos años que lleven, sigue sorprendiendo el trabajo que realizan en la radio.

—Es un claro ejemplo de la aplicación de las nuevas tecnologías para personas con parálisis cerebral. Porque ten en cuenta que algunos no tienen la facultad del habla y con emuladores de voz de un ordenador son capaces de entrevistarte sin problemas. Y tenemos otra chica que maneja un ordenador a través de los ojos. Gracias a estas nuevas tecnologías, personas que tienen discapacidades importantes pueden hacer cosas que podrían parecer impensables, abren un nuevo mundo de posibilidades para ellas.

—La verdad es que no paran.

—Es que no podemos permitírnoslo. Tenemos que innovar. Hemos cumplido ahora 47 años, y hay personas que llevan con nosotros desde el primer día, socios fundadores. No les puedes tener haciendo siempre las mismas cosas, se aburrirían. Así que no paramos de buscar nuevas maneras de atender, nuevas actividades, nuevos tratamientos... Después queda buscar recursos para ponerlo en marcha. Pero sí, tienen una vida social que a mí me agota. Van al fútbol, al cine, a conciertos, al teatro, hacen vela con la Fundación María José Jove, montan a caballo los miércoles en las instalaciones de la Hípica... Yo no tengo ni el tiempo ni la energía suficiente para seguirles el ritmo. Y después está la piscina. Las caras de felicidad que ponen cuando realizan esta actividad o cuando montan a caballo compensan todo el esfuerzo que tengamos que hacer.

«Actualmente somos 122 trabajadores para atender a 125 usuarios»

Aspace Coruña está al límite de capacidad en los centros que gestiona, por lo que tienen que seguir creciendo, explica Ricardo Iglesias. «Tenemos un centro de educación especial, con siete aulas concertadas con la Consellería de Educación donde hay alumnos de los 3 a los 21 años. Después está el centro de día, que ya es para adultos, y un centro residencial con capacidad para 51 personas que viven aquí, esta es su casa. Afortunadamente, contamos un gran equipo de profesionales. Para que veas la magnitud del trabajo que se hace aquí te diré que atendemos a 125 personas y a día de hoy somos 122 trabajadores».

—No debe ser fácil mantener algo así.

—Somos una entidad sin ánimo de lucro, pero el dinero es muy importante para cubrir todos los gastos y pagar a los trabajadores. Pero nuestra misión no es ganar dinero, sino atender a personas lo mejor posible. Por eso tenemos unas ratios de atención en los centros superiores incluso a lo que nos exige la Administración.

—Y más que harían si tuvieran más espacio y recursos.

—Tenemos plena ocupación en casi todos los centros, no podemos atender a más. Y tenemos demanda. Necesitamos crecer. El espíritu de Aspace Coruña es atender a cualquier persona con parálisis cerebral que lo necesite. Ya dentro de la asociación hay 15 familias que nos han solicitado el recurso residencial, pero fuera hay otras muchas a las que no podemos atender por falta de espacio, y eso no podemos consentirlo. Por eso vamos a desarrollar un proyecto, en una finca anexa que hemos adquirido, que nos permita dar respuesta a estas necesidades, e incluso crear un centro de investigación y formación en materia de discapacidad.