Álvaro Muñoz: «Tenía claro que estaría en el derbi, aunque fuese con la pierna colgando»

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

El capitán del Obradoiro asegura que se sufre más en la grada, pese a que vio «el partido más completo del equipo, del minuto uno al cuarenta»

28 mar 2024 . Actualizado a las 19:50 h.

Álvaro Muñoz no pudo jugar el derbi, por esa lesión de rodilla tan reciente que casi le impide estar en Sar como un aficionados más. Realmente, no como uno más sino como el capitán que es, de los que saben coser emociones y voluntades dentro de un vestuario, de los que manejan con arte los intangibles. En esta ocasión no pudo sumar desde el parqué, pero sí ayudó al grupo como uno más, apoyado en sus muletas.

—Lo primero siempre es lo primero. ¿Va todo según lo previsto?

—Sí, hace un par de semanas que pasé por el quirófano y va todo como tiene que ir, despacito. Es una lesión larga, sin prisa. Tratando de ganar grados de flexión en la rodilla, poco a poco, sufriendo, en buenas manos, las de Álex.

—¿Tuvo que pedir dispensa al médico para asistir al partido del sábado?

—Tenía claro que estaría en el derbi, aunque fuese con la pierna colgando. Estaba bastante hinchada, con dolor. Me dio permiso el doctor. No es que tuviese que forzar, pero los primeros días, cada vez que me levantaba notaba bastante dolor. En el derbi aguanté bien. También es verdad que tomé unas pastillas antes. Y lo disfruté, lo disfruté mucho.

—¿Recordaba un Sar tan volcado?

—Lo hablaba con los compañeros. El año pasado, contra Baskonia, también hubo un gran ambiente, cuando había alguna opción de entrar en la Copa. Creo que el club se movió bien. Las camisetas, la mayoría de blanco en las gradas, el himno... Fue una de las citas más espectaculares. También la iniciativa de estar en pie hasta la primera canasta... Todo. La gente ha respondido.... Porque era el derbi, por el calendario, la situación de los dos equipos... El equipo también empezó con esa energía. Y se mantuvo.

—Es de esas victorias que adelantan dos semanas o más los tiempos de recuperación.

—Sí, lo decía, que después del partido me dolía menos la rodilla. Fue una alegría. Y lo sufro mucho más desde fuera que jugando. Quizás fue nuestro partido más completo, del minuto uno al cuarenta.

—Ciertamente, y en los dos lados. Vale aquello de que si atacas bien es más fácil defender, y si defiendes bien también es más sencillo atacar.

—Así es. También es algo emocional. Cuando ves que no entran las canastas, cuesta más defender. El equipo estuvo muy bien... Ellos consiguieron canastas de mucho mérito en situaciones de uno contra uno y el equipo supo mantener la energía, el acierto.... Correspondíamos. En otros partidos, a lo mejor, tres minutos malos nos costaban una cara factura.

—Cuando se acercaron a cinco puntos...

—A eso me refiero. Te meten un parcial y hubo una buena reacción. Eso se notó. En lo emocional, a lo mejor, otras veces te venías más abajo.

—¿Se vive de manera tan distinta el partido sobre el parqué, jugando, y vestido de calle?

—Sí, totalmente distinta. Cuando estás de corto, estás muy focalizado en el scouting, el plan de partido, en estar bien... Eso te distrae un poco de la presión, del entorno.... Fuera, le das más vueltas, ves a la gente, piensas más. Se sufre mucho más de calle.

—¿Ha tenido tiempo de adoctrinar a Dotson, el último en llegar?

—Sinceramente, muy poco. Lo vi en el partido por vez primera. Y poco más. El lunes ya empecé a ir a Sar a tratarme. Trabajo aparte con Álex. No es como estar en dinámica de equipo, pero sí más cerca.

—¿Quién asume ese papel de integrar?

—Está bien cubierto. Seguro que Álex, además de Fer y Pol, que son compañeros de posición, ayudarán lo máximo.

—¿Quién sonríe más, Dotson o Scrubb?

—(Risas). A Tommy ya lo conocemos. Dotson acaba de llegar.

—Por cierto, con las últimas incorporaciones los descartes siempre suponen una incomodidad. Pero el equipo tiene más recursos.

— Al final, no es una situación fácil ni para los nuevos ni para los que se quedan fuera. Es de necesidad, de victorias. En el caso de los descartes, es normal que te frustres. Todos queremos jugar. La gente que ha llegado nueva, con ganas, se está adaptando bien, pero eso lleva un tiempo. Strelnieks cada día está mejor a nivel físico. Sale de una lesión larga y está cogiendo sensaciones. Timma también dio un paso al frente. Dotson hizo un partido de mucho mérito. Con solo dos entrenamientos, jugó con bastante pausa, sin forzar, defendiendo, pasando bloqueos. Otros americanos, a lo mejor, dicen que aquí vengo para ser el jefe.

«En Barcelona nos quedamos con la cosa de ganarles»

El domingo toca otro partido de órdago a la grande en Sar. Distinto. Llega el Barcelona, y además viene sin margen de error para luchar por ser cabeza de serie en las eliminatorias por el título.

—¿Va a repetir en Sar?

—Sí. Ya no me pierdo un partido de los que quedan.

—Si el Barcelona está bien, la única opción del Obra es estar muy por encima de su nivel.

—Así es. Pero allí nos quedamos con la cosa de ganarles. Estuvimos a punto. Por un rebote, en una situación de Laprovittola que se le medio escapa.... Esa confianza de que si estamos bien tendremos opciones si la hay. Ojalá Sar siga igual y vamos a por todas.

—¿Es un Barcelona más irregular y también con muchísimo talento en sus filas?

—Es verdad que se le está viendo más irregular. Se les han escapado partidos como el del Breo, hace poco. Tienen muchísimo talento. Ahora, también con Ricky, que les da muchas cosas. ¡Qué decir del Barcelona! Hay que defender bien, intentar que no corran, parar a Lapro, que creo que es su mayor generador... Opciones siempre hay, contra cualquier rival.

—El pequeño todavía es un bebé, pero Marco (va a cumplir ocho años), seguro que nota el cambio de verlo más en casa.

—Más por las tardes. Como no me puedo mover mucho, sí que estoy más tiempo en casa. Se queja de que no puedo ir al parque, no puedo jugar con él. Cada día me pregunta si estoy bien de la rodilla. Le ha costado un poco entender este cambio.

—Me han dicho que, cuando menos, sí está sacando tiempo para una de sus aficiones, los cómics.

—Se la han chivado. Así es. Un amigo me provee. Llevo ya tres cajas. Vamos a por la cuarta. Soy muy aficionado a la novela gráfica, al cómic... Estoy descubriendo un mundo distinto, con mucho tiempo para leer. Ahora con «Los surcos del azar», de Paco Roca, me parece una obra maestra.