El candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, mostró su desacuerdo con la decisión del Tribunal Supremo de prohibir que los violadores de niños puedan ser condenados a la pena de muerte.
«He dicho repetidamente que creo que la pena de muerte debería ser aplicada en circunstancias muy precisas para los crímenes más atroces. Creo que violar a un niño pequeño, de seis u ocho años, es un delito horrendo», señaló Obama tras conocer el fallo del Supremo que limita la pena capital a los asesinatos. El aspirante demócrata dijo que deben ser los estados los que decidan si aplicarla o no en estos casos. Durante su etapa como legislador local en Illinois, el ahora senador ayudó a modificar la ley de la pena de muerte en ese estado introduciendo garantías para evitar la condena de gente inocente. Desde siempre, el demócrata se ha mostrado a favor de la pena máxima, pero siempre con condiciones y según los detalles de cada caso. El alto tribunal revocó esta semana, por 5 votos contra 4, una ley de Luisiana que permitía mandar a la silla eléctrica a los condenados de violar a niños menores de 12 años. Los magistrados señalaron que esta medida viola la Constitución, que prohíbe los castigos crueles e inusuales.
El candidato republicano, John McCain, también criticó el fallo al considerarlo «un asalto a la aplicación de la ley para perseguir los crímenes más despreciables». «Que haya un juez en algún lugar de América que no crea que violar a un niño pequeño es el crimen más horrible, que merece el castigo más serio, es algo profundamente preocupante», dijo.