La disfunción eréctil ya no es lo que era: cuatro escalones terapéuticos para recuperar la erección

Lois Balado Tomé
Lois Balado LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

Una de cada cinco hombres de entre 25 y 70 años sufre disfunción eréctil en España.
Una de cada cinco hombres de entre 25 y 70 años sufre disfunción eréctil en España. La Voz de la Salud

Los datos estiman que uno de cada cinco hombres en España padece disfunción eréctil, un problema que aumenta seis puntos su prevalencia a partir de los cincuenta años

29 abr 2024 . Actualizado a las 16:25 h.

Uno de cada cinco hombres de entre 25 y 70 años en España sufre disfunción eréctil. La cosa se pone todavía peor si reducimos la horquilla a los que están entre los 50 y los 70 años. Ahí, la prevalencia aumenta hasta el 25 %. Pero no estamos hablando solo de que este problema impida a una persona mantener un encuentro sexual con otra. Por supuesto, es importante, afecta a la calidad de vida, pero eso es solo la punta del iceberg. Es común que la disfunción eréctil no sea el centro de la escena, sino un síntoma que encuentra otra patología para manifestarse.

Sin embargo, desde hace años los servicios de salud cuentan con protocolos de respuestas, como cuenta el doctor doctor Antonio Ferrández, especialista en medicina familiar y y coordinador del grupo de trabajo de sexología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Una escalera terapéutica que comienza en la atención primaria y que busca, no solo mejorar la calidad de vida del paciente que busca acceder a relaciones sexuales satisfactorias, sino también poner en alerta al facultativo ante posibles problemas de salud de esa persona y que podrán diagnosticarse gracias a la disfunción eréctil. 

¿Qué es la disfunción eréctil y qué la causa? De lo psicológico a lo orgánico

«La disfunción eréctil tiene muchas definiciones, pero la más consensuada es la de la incapacidad persistente para conseguir una erección satisfactoria. Hablamos de una disfunción sexual masculina; básicamente, un trastorno de la erección», explica Ferrández. Porque para entender y tratar el problema debemos saber primer qué es y qué no es. ¿Puede un gatillazo puntual considerarse disfunción eréctil?, ¿y si ese gatillazo se repite?, ¿cómo sé si lo que me pasa es psicológico o algo va mal en mi cuerpo? «Un gatillazo es un fallo eréctil, un episodio en el que una persona que ha mantenido o va a mantener relaciones sexuales tiene una dificultad en su respuesta sexual por la que, a pesar de que está motivado y excitado, no se produce una erección. Ahí entraríamos en si es un episodio puntual. Al hablar de disfunción eréctil, si queremos referirnos a un trastorno, tenemos que hablar de algo que se está produciendo, pongamos por ejemplo, desde hace seis meses», detalla Ferrández. 

Pero, ¿puede un gatillazo acabar derivando en una disfunción eréctil? «Un gatillazo puntual puede producir una inseguridad en el individuo que le puede provocar una disfunción eréctil instaurada de origen psicológico y que no necesariamente tenga una causa orgánica. Efectivamente, aunque inicialmente no debe considerarse como tal, sí puede ocasionar en algunos pacientes una verdadera disfunción eréctil». Aquí, el doctor comenta que habrá que discriminar cuál es la causa (orgánica o psicológica). Un buen criterio —no el único— para determinar su origen es comprobar si el problema persiste durante la masturbación: «Cuando una persona no consigue una erección durante la masturbación ni tampoco cuando va a mantener una relación sexual con otra persona, eso es un criterio para pensar que se trata de un origen orgánico. Sin embargo, si lo consigue durante la masturbación, pero no con otra persona, nos hace pensar que lo más probable es que sea psicológica». 

El origen de una disfunción eréctil puede ser orgánica, psicológica o mixto (orgánico y psicológico)

La disfunción eréctil puede producirse por causas puramente psicológicas, por causas puramente orgánicas o puede ser mixta. «En jóvenes es más frecuente que se trate de una disfunción eréctil de causa psicológica, estoy hablando de pacientes menores de 35 años, pero a partir de cierta edad cada vez es más frecuente la disfunción eréctil de causa orgánica. O incluso se empiezan a desarrollar causas orgánicas, trastornos, que facilitan se produzca el problema. Un ejemplo claro es la ateroesclerosis, que afecta especialmente a los pequeños capilares del pene. También alguna enfermedad puede estar detrás de ello, patologías muy comunes como la obesidad, la diabetes o la hipertensión arterial. A medida que el varón aumenta en edad, se produce también una disminución de los niveles de testosterona, lo cual facilita los episodios de gatillazos y de disfunción eréctil», comenta el especialista en sexología médica.

El tratamiento de la disfunción eréctil: los tres escalones terapéuticos

«No todos los casos deben abordarse igual, pero sí todos deben abordarse», adelanta Ferrández, que completa: «Y deben abordarse en una consulta médica». Independientemente de la edad que tenga el paciente, un profesional de la salud debe investigar posibles causas orgánicas subyacentes, «porque la disfunción eréctil suele aparecer como un síntoma centinela de una diabetes que no se ha detectado o de un problema prostático, por un déficit de testosterona o porque empieza a haber repercusiones por el consumo que el paciente hace del tabaco o del alcohol», asegura Ferrández que advierte de que será necesaria una exploración física de la persona que acuda a consulta. Pero, como es lógico, el tratamiento para una disfunción eréctil psicológica no será el mismo que para una de origen orgánico provocada por una diabetes. 

Antonio Ferrández es experto en sexología médica de Semergen.
Antonio Ferrández es experto en sexología médica de Semergen. La Voz de la Salud

Fase inicial: los productos sanitarios

Existen productos sanitarios, es decir, sin acción farmacológica ni metabólica, para tratar el problema. El médico de la Semergen se refiere a geles de acción tópica como cuyo mecanismo de acción se basa en un efecto de evaporación. «Este efecto que generan geles comercializados como Eroxon lo producen debido a los ingredientes que lo componen: agua, etanol, propilenglicol, carbómero e hidróxido potásico que, al evaporarse tras masajear el glande durante quince segundos, esto resulta en una disminución de la temperatura e, inmediatamente, de un aumento, generando una potente señal sensorial que hace que las terminaciones nerviosas de los cuerpos cavernosos del pene eleven el óxido nítrico, que es un vasodilatador natural del cuerpo humano. Es una forma de facilitar la erección de la que disponemos en farmacias desde el mes de abril», explica.

El primer escalón: los fármacos orales

«En primer lugar, están los fármacos orales, y ahí no tenemos solo el sildenafilo, llamado comercialmente Viagra, sino que también disponemos en España el tadalafilo, el avanafilo y el vardenafilo. Ese es el primer escalón terapéutico, aquí hablamos ya no de productos sanitarios, sino de fármacos. Medicamentos bastante seguros que han demostrado una gran efectividad y que manejan bastante bien especialistas como médicos de familia, cardiólogos, urólogos o endocrinos. Además de estos fármacos, también se pueden usar dispositivos de vacío. Y tenemos el alprostadilo en formato tópico o intrauretral. Es una pequeña cápsula que se coloca en el meato uretral, en la salida del pene», comenta el doctor.

El segundo escalón: inyecciones intracavernosas

«En los casos en los que no funcione este primer escalón terapéutico, disponemos de las inyecciones intracavernosas. El propio paciente se inyecta alprostadilo dentro de los cuerpos cavernosos justo antes de la relación sexual. Esto se hace cuando no funciona la primera línea de tratamiento. Y luego, aunque tienen menos evidencia científica, están las ondas de choque en la zona del suelo pélvico. No podemos olvidar nunca el consejo psicosexual y la modificación de los hábitos tóxicos en la primera línea del arsenal terapéutico. Si se fuma, hay que dejar de fumar; si se abusa del alcohol, lo mismo. Con todo esto que hemos hablado también se puede hacer una terapia combinada», resalta Ferrández. 

El tercer escalón: prótesis 

«Tenemos un tercer escalón de tratamientos para pacientes que no respondan a los que se ha intentado anteriormente. Aquí ya estaríamos hablando de la prótesis de pene, que se destina para pacientes muy seleccionados que no han respondido a ninguno de los tratamientos anteriores», dice el especialista de Sermegen tras repasar la escala terapéutica completa. 

 

Alta prevalencia: mucho más común de lo que podría pensarse

Existen datos de prevalencia en España que señalan que uno de cada cinco adultos de entre 25 y 70 años sufren disfunción eréctil, hablamos de un 20 % de la población. Son los datos que se recopilaron en el EDEM (Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina) realizado en España en el año 2001. Un trabajo que fue liderado por el doctor Martín Morales del departamento de Urología del hospital Carlos Haya de Málaga. Se estimó una prevalencia a través del Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF) de un 19 % entre varones de entre 25 y 70 años de disfunción eréctil. Y esta cifra se elevaba hasta el 25 %, es decir uno de cada cuatro, por encima de los 50 años. 

Pese a lo común del problema, todavía hay quien no consulta a su médico. Así lo confirma Antonio Ferrández: «Esto es algo muy importante. Hay muchos pacientes que no consultan por su problema de erección y no es solo que no estén tratando algo con repercusiones negativas en su calidad de vida, sino que están dejando de tratar algo que puede estar relacionado con problemas cardiovasculares o con cualquier otra patología que permanece oculta, como problemas prostáticos». El profesional recuerda que consultar un problema de disfunción eréctil «es una oportunidad para mejorar la calidad de vida del paciente y para diagnosticar enfermedades que hasta el momento no han aflorado».

Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.